Se actualizó uno de los modelos más veteranos de Honda. La probamos una semana. Escribe Pablo Bri.
Tal como comentamos en la primera nota de la semana pasada (leer acá), la Honda XR250 Tornado es un clásico de nuestros caminos: una moto que ya lleva muchos años en el mercado. Sin grandes cambios, se sigue vendiendo a un ritmo decente (ver estadísticas), gracias a un público que conoce el tipo de moto que está comprando y la elige pese a su complicada relación “precio/equipamiento”. No es una moto nueva, pero no hay dudas: es un modelo con un culto importante de seguidores.
Diseño
Es roja, con detalles blancos y asiento rojo: claramente es una “Honda de cross”. Viene toda blanca, y toda negra, con las gráficas en rojo, pero ustedes y yo sabemos que el color indicado es el de la unidad de pruebas.
Se ve grande, y quizá lo sea, en especial si medís 1.73 como yo: la distancia del piso al asiento es de 840 mm, es bastante y te va a costar subirte hasta que le agarres la mano, pero sin embargo en el tránsito vas a ir viendo todo desde arriba: ahí le vas a tomar toda la confianza, hasta que tengas que parar en un semáforo. Pesa 134 kilos, pero en mi percepción se la nota más maciza, o quizá sea el tamaño de la moto lo que hace que lo parezca. Calza unas llantas de aluminio con rayos de origen japonés (ojo los que digan que “tiene piezas chinas”) y cubiertas Metzeler Sahara, de 21” adelante y 18” atrás, por lo que está bien equipada en ese aspecto.
La novedad principal de esta versión 2023 son el faro delantero de nuevo diseño y las luces de giro, donde Honda optó por cambiarlas de la clásica forma rectangular, por unas más modernas y puntiagudas. Personalmente, no me gusta porque la despega de la Honda clásica, para acercarse a todos sus rivales de origen chino. Toda la iluminación es halógena, no pidan leds, aunque quizá los necesitaría, ya que la iluminación frontal resulta bastante pobre. Atrás cambiaron el colín, incluyendo un portapatente más grande con una luz de patente específica, en vez de ser iluminada por el faro trasero (como ocurría en las versiones anteriores).
Posición de manejo
Nos subimos, apoyamos los pies sobre los pedalines de aluminio (que traban bien el calzado, mientras que el pasajero tiene pedalines comunes, retráctiles y con base de goma) y la ponemos en marcha con los comandos de la maneta derecha. Lo primero que vamos a notar es que perdió el arranque con patada, lo cual no está nada bueno si el uso que le vamos a dar a esta moto es salir del camino y meternos en lugares remotos. Mi opinión es que si Honda decidió que siga con carburador, debería mantener el arranque por patada, para no complicar. Se prende el tablero (digital, con caracteres blancos y fondo oscuro) y sorprende la información que ofrece: velocidad, hora, kilometraje total y (atentos), dos odómetros parciales. Listo, ¿me faltó algo? No, eso es todo.
їIndicador de combustible? No tiene: abrГ el tanque, fijate y sacГЎ cuentas.
Del lado izquierdo del manubrio: bocina, giros y comando de luces. No posee un botón dedicado para hacer guiños, pero uno se las puede rebuscar pulsando sin mucha presión el botón del cambio de luces (que deja las bajas siempre encendidas).
Seguridad
Hay que moverse con cautela: es una moto que acelera mucho más de lo que frena. El freno delantero es un disco ventilado de 249 mm, de un accionamiento correcto. El trasero aún sigue siendo de campana, que “acompaña al delantero”, pero no mucho más. La vieja XL250 traía doble disco a comienzos de los años ’90. No tiene sistema de frenos ABS ni CBS. Motor1 Argentina no recomienda la compra de motos sin estos dispositivos de seguridad, que pronto serán obligatorios en nuestro mercado (leer más).
Algo que le encontré como un detalle y no me resultó cómodo es que la posición de la pata de freno trasera queda un poco más arriba del pedalín, dejando una posición poco natural para el pie. Después de un tiempo andando, se vuelve molesto. Lamentablemente no encontré cómo regular dicha pata de manera sencilla.
Motor y transmisión
El motor monocilíndrico de 249 cc, refrigerado por aire y alimentado con carburador, entrega casi 23 cv y 24 Nm de torque, que son transmitidos por una caja de seis velocidades. Las sensaciones que brinda la caja son muy buenas, el embrague de la unidad estaba excelentemente regulado y pasar los cambios era muy cómodo. Sin embargo, costaba bastante enganchar el Neutro, pero suponemos que es algo de esta unidad en particular. No tiene embrague anti-rebote, ni quickshifter.
Comportamiento
El andar de la Tornado es lo que uno espera de una moto de este tipo. En la ciudad, se disfruta ir por empedrados. Es una moto que se ríe de los baches y te dan ganas de salir a saltar lomos de burro y cunetas, gracias a su suspensión con horquilla telescópica adelante y el famoso sistema “Pro-Link” de Honda atrás (con un solo amortiguador, el resorte amarillo queda hermoso, nunca lo cambien). Todo esto está comandando por el horquillón trasero, aunque ninguno posee regulación (ni de dureza ni de rebote). Por avenidas rápidas, la moto pide ir “alegre”, lo necesita, se pone nerviosa en cambios bajos o andando despacio, por lo que hay que ir “jugando” con la caja y dificulta un poco ir moviéndose entre el tráfico (para un conductor principiante o que no le haya agarrado la mano).
Saliendo a autopistas y rutas, la posición de manejo juega en contra y se vuelve una moto incómoda para viajar a más de 100 km/h, encontrando quizá en el rango de los 70-90 km/h el mejor comportamiento (a mi gusto). No es una moto cómoda para hacerle kilometros: el asiento se vuelve duro con el avance del recorrido, pero sin embargo no sobran los comentarios de usuarios que hayan salido a recorrer el país arriba de una Tornado. En un uso interurbano, sin mucho tramo por encima de los 90km/h, puede consumir el tanque de 11.5 litros en 200 kilómetros. La reserva se activa con un grifo, a la vieja usanza (podría tener al menos un testigo de bajo nivel de combustible).
Pero, sin dudas, donde más se disfruta la Tornado es en el terreno suelto: los caminos de tierra y ripio son un festín. Fue concebida para eso.
Sin embargo, hay un tema que no puedo dejar pasar: la Tornado es una moto vistosa. ¿Pero como? Es una on-off, como hay miles en la calle; es Honda, que justamente no es una marca rara de ver. Pero de todos modos, todos saben qué moto es y se ganó una mala fama gracias a la inseguridad, que es moneda corriente en el país. Durante estos días no hubo quién no me haya dicho: “Uh, qué hermoso la Tornado, un fierro, pero ojo por donde andás”. Y eso quizás llevó a que en varias ocasiones durante esta semana haya preferido evitar ciertos recorridos. La culpa no la tiene la moto, eso está claro. Pero también es llamativo cómo una moto muy conocida sigue generando atención, especialmente de parte de otros motociclistas.
Conclusión
Desde el mensaje recibido de C.C. ofreciéndome la prueba de esta XR250 Tornado (2023), sólo pensaba en una cosa: usarla para entender qué le ven y por qué es tan venerada una moto que es, claramente, antigua. A lo largo de esta semana pasé de la intriga y el escepticismo, a disfrutarla y que me costara un poco devolverla. En lo urbano -una vez que uno se acostumbra al tamaño y a la forma de manejo que pide- se siente como andando en una “Mountain Bike” (pero en esas rodado 29”, que se volvieron la norma): sabés que no pertenece al entorno urbano y que el tamaño es innecesario, pero uno la disfruta porque sabe que puede agarrar por cualquier lado, sin problemas. Y, a partir de ahí, se empieza a explicar todo: es Honda, es una apuesta segura, una marca que jamás te va a dejar a pata, que tiene posventa, tiene repuestos y se consiguen en cualquier lado.
їLa Tornado no te termina de agradar por cГіmo se ve o cГіmo anda? Los cambios visuales en esta versiГіn 2023, a mi gusto, no la ayudan, pero no hay drama: el aftermarket te ofrece una y mil cosas para personalizarla, para que se vea a tu gusto. Le cambiГЎs cubiertas por unas con mГЎs taco y te vas a la arena. Le ponГ©s unas lisas y tenГ©s una motard. Es polivalente, sirve posiblemente en cualquier lado: es una autГ©ntica on-off de todo terreno y funciГіn. ВїEl precio a pagar es alto? En la lista de precios de agosto figura con un valor de 2.514.900 pesos.
Sí, no es barata. Pero es una moto que no pierde valor y, a la hora de hacer una apuesta económica, ese es un detalle no menor. En mi opinión, a ese valor preferiría que agregue el bendito medidor de combustible y un ABS (preferentemente, desconectable). Hay muchas opciones mejores, más modernas y quizá a un valor inferior, pero este tractorcito de dos ruedas rinde. El usuario lo respalda con las cifras de ventas.
P.B.
Fotos: Orly Cristófalo y P.B.
ARCHIVO PARA DESCARGAR: Ficha técnica Honda XR250 Tornado (2023)
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