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Crítica: Honda PCX 160

Es la evolución de la PCX 150. ¿Por qué es "el Fit de dos ruedas"? Opina Pablo Bri.

crítica: honda pcx 160

Voy a arrancar esto con “factos” (cómo dicen los niños de la generación de Twitch): “El mejor vehículo para moverse en la ciudad es el scooter”. Como comenté la semana pasada en la primera nota (leer acá), el debate sobre scooters por debajo de 200cc siempre estuvo entre el PCX de Honda y el NMX de Yamaha. Antes de esta prueba siempre me había inclinado más por la marca de los Diapasones. Sin embargo, Honda logró con esta actualización de su scooter (que reemplaza al PCX 150), ponerse no sólo a la par, sino quizá ser una opción más interesante para el cliente.

Manejamos una semana la versión PCX 160 DeLuxe, que tiene un precio de lista de 6.169.700 pesos. La crítica completa se reproduce a continuación.

DISEÑO

A simple vista, este nuevo PCX 160 pasa desapercibido como “la nueva versión”. Como ya ocurría con el PCX 150, sigue con sus líneas redondeadas y elegantes, un gran farol delantero full LED, un parabrisas corto polarizado, el amplio asiento y el manubrio cromado. Quizá lo que más destaca y lo separa de su antecesor es la nueva combinación de color para la versión DeLuxe: incluye plásticos y asiento en un tono marrón, junto a un nuevo color azul oscuro, con terminación mate: es una terminación muy similar a la que Yamaha tiene disponible para la última actualización del NMX 155.

En principio, esta combinación no fue muy de mi agrado, si tenemos en cuenta que hay que pagar un jugoso extra de 180 mil pesos con respecto a la PCX 160 de entrada a gama. La variante más económica tiene colores blanco perlado o gris oscuro, junto al asiento y los plásticos negros (que no le quedan para nada mal). Sin embargo, con el pasar de los días, esta combinación DeLuxe me terminó gustando, como así también a la mayoría de los que vieron el scooter durante esta semana.

Más allá de este cambio de color, a simple vista poco se diferencia de la versión 150 que conocimos hasta ahora, incluso el emblema de este modelo 160 está “escondido” en la filtrera ubicada en el lado izquierdo del scooter. Al afinar el ojo nos damos cuenta de las nuevas medidas de las cubiertas (ver ficha técnica abajo), de la incorporación del freno a disco trasero, un nuevo tablero de instrumentos, un leve retoque a la disposición de la óptica trasera y los stickers en el guardabarro delantero, anunciando una de las mejoras más esperadas: el sistema ABS, del cual hablaremos más adelante.

En este apartado de diseño no voy a pasar por alto el manubrio, ya que desde que conocemos al modelo PCX esta pieza “característica” del modelo es algo que siempre me hizo ruido, y es el principal motivo por el cual nunca me terminó de cerrar el modelo. Es poco estético que un scooter de diseño moderno, con tecnología LED y mucho “chiche” electrónico, tenga un manubrio cromado con todos los cables de fluidos y eléctricos expuestos sin ningún tipo de carenado, como poseen muchos otros scooters.

POSICIÓN DE MANEJO

Uno de los puntos destacables de los scooters siempre fue la practicidad para usarlas, con una baja altura del asiento al piso, un amplio piso para apoyar los pies y además la chance de utilizarlo para poder trasladar alguna cosa, sumado a una posición cómoda para manejar.

El Honda PCX 160 posee un gran asiento con amplia capacidad para dos ocupantes. Los 764 mm de distancia entre el asiento y el piso hacen sencilla la tarea de subirse. Sin embargo, al no poseer piso plano para poder ocupar dicho lugar con el tanque de combustible, se pierde un poco de comodidad a la hora de abordar el scooter. Por otro lado, nos brinda una posición más baja para colocar los pies a los costados, con un reposapiés que tiene dos posiciones para poder llevar más relajadas las piernas, encontrando de esta manera uno de los atributos del modelo. Lamentablemente, este espacio ha sido reducido en comparación con su antecesor, algo que podrán sufrir aquellos conductores de pie grande.

Por el contrario, los posapies retráctiles para el acompañante son muy amplios y poseen base de goma. Pasando al manubrio, más allá de lo estético ya mencionado, queda en una posición natural, ayudando a la comodidad al conducir, aunque vamos a tener que acostumbrarnos a la posición antinatural de los comandos de bocina y luz de giro (como ocurre en la CB300F Twister, leer crítica).

Del otro lado nos encontramos con el comando para balizas, arranque eléctrico (que sólo actúa accionando con mucha presión el freno trasero) y la tecla que acciona el sistema Start&Stop, un clásico de este modelo de Honda. Otra cosa que podría agregar es un botón para controlar la computadora de a bordo: esta no tiene muchas funciones (sólo podemos cambiar entre dos odómetros parciales, mientras que agrega un medidor de consumo promedio que sólo reinicia con el primer odómetro parcial). Todo esto es parte de un tablero enorme LCD negativo, que no brilla por la cantidad de información que proporciona, pero que se ve muy bien, salvo cuando el sol le pega desde arriba. Desde ahí se puede activar o desactivar el control de tracción (DSTC), otra de las mejoras destacables de este nuevo modelo.

Otro clásico que sigue equipando este PCX 160 es la llave presencial y el comando que acciona el contacto, que también libera la traba del manubrio y permite la apertura del tanque de combustible y el baúl. Esta llave es muy práctica: uno se acostumbra fácil y empieza a considerar que debería ser norma en el segmento. Del lado izquierdo nos podemos encontrar con un portaobjetos con tapa, en el cual hay una toma USB-A y espacio suficiente como para guardar las llaves, billetera y celular. El único problema es que no tiene traba, por lo que sirve como bolsillo, pero no es lo suficientemente seguro como para dejarle cosas cuando se estaciona el scooter. Quizá estaría bueno que cuente con una especie de electro imán, que se accione cuando le sacamos el contacto al scooter, dejando trabado ese espacio ante “los amigos de lo ajeno”.

Al abrir el baúl nos encontramos con un gran espacio de 30 litros de capacidad, en el cual podemos alojar un casco integral y sobra espacio para una riñonera, un bolso pequeño o una campera. Al ponerte el casco, el espacio disponible es suficiente para guardar un bolso de gimnasio o una mochila. El PCX es un gran aliado para la rutina diaria.

SEGURIDAD

“Tarda en llegar, pero al final hay recompensa”, decía el admirado Gustavo Cerati en Zona de Promesas. después de tanto esperarlo durante años, donde su principal rival lo pasó por encima, Honda decidió equipar al PCX finalmente con varios dispositivos de seguridad dignos de un scooter de su clase. Este PCX 160 ahora cuenta con doble freno a disco (con dos discos de 220 mm y pinzas de marca Nissin), reemplazó el “combi-brake” por el obligatorio ABS (aunque sólo en el freno delantero) y sumó el sistema HSTC de control de tracción (desconectable desde el tablero). Después de tantos años, podríamos pedirle ABS de doble canal, especialmente considerando su precio, pero es una gran y necesaria mejora que venía adeudando.

En este apartado podríamos mencionar también que la pata lateral posee cortacorriente, por lo que el scooter se apagará al accionar el pie de apoyo e impedirá el arranque hasta que no se retraiga. Equipa un caballete central de fácil accionamiento. El PCX 160 viene con una alarma sonora y lumínica, que se acciona cuando se mueve el scooter sin la llave presencial.

MOTOR y TRANSMISIÓN

A veces uno no necesita alta cilindrada y más cuando hablamos de un vehículo de corte netamente urbano, como lo es un scooter. Sin embargo, el PCX 160 ahora viene equipado con un motor monocilíndrico de 157 cc, refrigerado por líquido y con inyección electrónica programable PGM-FI. Este nuevo motor eroga 16 cv a 8.500 rpm y 15 Nm a 6.500 rpm, que se transmiten a la rueda trasera mediante una transmisión CVT “Honda V-Matic”, comandada por una correa dentada, de entrega muy prolija y progresiva, con un motor que emite pocas vibraciones ya sea en el ralentí como andando. Tampoco noté ningún tipo de zapateo por parte de la transmisión CVT, la cual es una maravilla y permite un andar tranquilo, con rápida respuesta en un leve movimiento de la muñeca derecha. Como detalle, la puesta en marcha no es muy instantánea, pero sí muy serena: requiere pulsar el arranque durante un segundo, con el freno trasero bien accionado, para escuchar tímidamente el ronroneo del nuevo motor. Más allá de eso, no es un scooter muy ruidoso, incluso a altas vueltas, como las que suelen andar estos vehículos.

COMPORTAMIENTO

Sinceramente, no era el mayor fanático del PCX, como lo conté en la presentación de la semana pasada (ver nota). Sin embargo, luego de una semana y casi 700 kilómetros, creo que he sido “evangelizado” por Honda. Pese a que a simple vista pueda parecer un scooter algo grande, al subirse y moverse con él es un vehículo ideal para nuestro tráfico y calles. Es cómodo (gracias al asiento y a la posición de manejo), es ágil (gracias a la buena respuesta del acelerador) y es económico (ya que nos proporciona una gran autonomía con los 8 litros del tanque de combustible). El mejor registro fue de 275 kilómetros de autonomía y un promedio de 2.6 l/100km. El sistema Start&Stop (que actúa a los 3 segundos de no tocar el acelerador y arranca el scooter de manera instantánea al tocar otra vez), no le hace mucha diferencia en los consumos, pero uno se acostumbra a utilizarlo más por practicidad que por consumos.

El andar es buenísimo. No nos olvidemos que hablamos de un scooter que se encuentra debajo de los 300cc, en una época donde el scooter de media cilindrada está ganando mucho terreno, con muchas opciones para elegir. Sin embargo, este PCX 160 con sus 16 cv nos hace darnos cuenta de que no necesitamos mucho más. Se mueve a la perfección a velocidades legales, permitiéndonos crucerear a 100km/h, con su máxima ubicada entre los 115 y 120 km/h (según el volumen de sus ocupantes).

Esto posiblemente se deba al upgrade que ha recibido en las ruedas, equipando ahora un neumático 110/70-14 adelante y 130/70-13 detrás, ambos de la marca Pirelli en modelo Diablo Rosso Scooter. Es un caucho maravilloso, que le proporciona gran andar y buen agarre. Pese a no equipar ABS de doble canal, los frenos tienen gran tacto y detienen al PCX en muy cortas distancias, sin casi accionar el ABS delantero y sin movimientos raros. Gracias Honda por los dos discos, pero el ABS doble canal no costaba nada.

El único punto en conflicto que le encontré es la suspensión: equipa una horquilla telescópica de 89 mm de recorrido adelante y un doble amortiguador hidráulico de 95mm de recorrido detrás. Lamentablemente, no tiene regulación de precarga. En algunos momentos, es un andar muy confortable, para viajar sólo o con un pasajero. Por otros, lo sentí muy saltarín incluso trayendo una cierta incomodidad, principalmente al viajar con acompañante y pasar por alguna irregularidad (como un leve badén), lo que generaba en el scooter una sensación de efecto rebote, donde por un corto período, queda repitiendo la irregularidad recién pasada. Eso sinceramente no me gustó y posiblemente sea el mayor defecto que le encontré al PCX.

La iluminación full LED tiene mucha potencia, para ver y ser visto. Lo único que extrañé fue un gatillo para activar los guiños. Otro detalle que quizá va referido a la iluminación podría ser la tecla de baliza. Podrá parecer un detalle menor, pero en el tacto y el accionamiento de la tecla, uno puede notar una sensación de “esto es caro” (y hace sentir “premium” al scooter). Aunque luego nos encontremos con algunos plásticos, principalmente los de la agarradera para el pasajero, donde se siente totalmente lo contrario.

Siguiendo por la practicidad que otorgan los scooters, la gran capacidad del baúl me permitía moverme todo el día de acá para allá, sin tener que andar cargando nada en la espalda, ni andar bajando el casco a cada lugar al que iba. La gran autonomía me permitió moverme buena parte de la semana sin preocuparme por repostar y la llave presencial le suma esa cuota de practicidad.

CONCLUSIÓN

A medida que pasaba la semana e iba sumándole kilómetros, comencé a trazar una relación entre el Honda PCX 160 y su pariente de cuatro ruedas, el Honda Fit. Ambos vehículos son reyes en el entorno urbano: tienen un bajo consumo, son prácticos y en el tránsito no pasan desapercibidos (sobre todo cuando los Fit tienen el portón trasero chocado). Quizá no se destacan mucho en el equipamiento de seguridad, teniendo lo justo y necesario. Fue notoria la tardanza que tuvo el PCX en recibir el sistema ABS, que vagamente me recordó a una nota de este sitio sobre la falta de equipamiento de seguridad en la WR-V. Sin embargo, en el equipamiento, el PCX se podría destacar encima del Fit en este ítem: la llave presencial y el Start&Stop estuvieron desde el primer día.

Al salir a la calle e interactuar con otros “scooteristas”, uno se da cuenta de que quien tiene un PCX lo adora. Si considera cambiarlo, probablemente sea por una unidad más moderna del mismo modelo. Eso también suele pasar con el Fit. Durante esta semana, varios propietarios de PCX me llamaron para pispear el modelo nuevo y ver si valía la pena pegar el salto. También conocidos que usan scooters de la competencia quisieron saber “qué le ven” los que eligen al modelo de Honda. En mi casa hubo dos Honda Fit, un LX de primera generación con transmisión CVT (que recuerdo como “un scooter de cuatro ruedas y techo”); y un LX MT de segunda generación, que mi papá retuvo durante más de 12 años y 250 mil kilómetros desde cero. Lo recuerda con cariño y -pese a haberlo cambiado por un sedán mediano más grande y moderno- considera en algunas ocasiones que tal vez hubiera sido mejor retener el Fit.

Entonces surge una pregunta: “¿Es acaso el Honda PCX, el Fit de dos ruedas?” Yo creo que sí, ya que ambos apuntan a la misma finalidad. Aunque por razones lógicas, el Fit pueda tener el enfoque familiar que el PCX nunca podrá ofrecer, una persona con un Fit en su garage claramente elegiría el PCX a la hora de moverse de manera ágil y práctica por la ciudad. Lamentablemente, así como el Fit nunca fue un auto económico, este PCX 160 tampoco lo es. El precio sugerido de 6.169.700 para esta versión DeLuxe bitono hace a uno considerar incluso scooters de mayor cilindrada de marcas chinas. Eso sin olvidar que en los concesionarios Honda suele haber sobreprecios. Ahí será cuestión del consumidor definir si todas las bondades de este nuevo PCX 160 justifican la operación.

P.B.

Fotos: Orly Cristófalo

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