Es el modelo intermedio de la gama XR en Argentina. La probamos una semana. Opina Pablo Bri.
Me intrigaba mucho probar este modelo de la “Familia XR”: la XR190L es una Honda más que probada (como la XR150L), pero desde hace un año se produce en la Argentina e incorporó un motor “más moderno”, con inyección electrónica (algo que no se suele ver en este segmento del mercado argentino). Tiene un precio de lista de 2.173.500 pesos, la manejé durante una semana y la crítica completa se reproduce a continuación.
DISEÑO
Es, definitivamente, una Honda XR. Más aún en el color probado: blanco y rojo característico, pero también podemos elegir negro con gráficas naranjas y blanco con rojo (otro clásico). Si le sacás las gráficas decorativas, podría pasar desapercibida como cualquiera de las On-Off del mercado. Creo que Honda debería patear el tablero y hacer algo para diferenciarla del resto: la receta es clásica, ya lo sabemos. Pero quizás sea hora de darle al modelo un golpe de aire fresco. Hablando de las gráficas, de un lado se puede apreciar fácilmente que se trata de la XR190L, pero del otro lado parte de la gráfica queda ubicada de manera tal que cuesta encontrarle el “1”. Es algo menor, pero me hizo bastante ruido (o quizás sea un T.O.C. mío).
POSICIÓN DE MANEJO
Nos beneficiamos de la reducción de tamaño respecto al Tornado, del asiento más bajo y más angosto como comentamos arriba, y subimos de manera más sencilla a esta XR190L. Frente a nosotros no hay nada nuevo: clásicos comandos, teniendo de un lado para controlar luces (no tiene gatillo para altas), control de los guiños y bocina. Del otro lado, el interruptor de encendido: no posee corte eléctrico, como la Tornado. El tablero podría ser el de cualquier otra moto, si no fuera por la elección de las gráficas del velocímetro, donde destaca la sigla PGM-FI (indicando el sistema de inyección electrónica del combustible).
De vuelta, acá también Honda podría jugársela un poco más, teniendo en cuenta la diferencia de precio, sumar algo para destacar, o incorporar cosas que ya ha sumado la competencia. No es un problema el tablero completamente analógico -que al menos posee indicador de combustible y tiene un odómetro parcial, junto a testigos varios (incluyendo uno que prende en caso de una falla con la inyección). Pero no sería mucho pedir quizá un indicador de marcha o un reloj. Esta moto se va a usar mucho para trabajar, pero no está nada mal saber si estamos llegando tarde a un sitio. Comparando de nuevo con la Tornado, aquella no tenía medidor de combustible, pero sí tenía reloj. Siendo que esta moto toma prestado el motor de la CB190R, quizá podría incorporar también su tablero, que es mucho más completo.
No tiene caballete y la pata lateral -a la cual hay que acostumbrarse para ubicar- no posee corte de contacto al engranar una marcha con la pata puesta.
SEGURIDAD
En este apartado no podremos destacar nada, ya que sólo podríamos mencionar que equipa freno a disco delantero y tambor atrás. Mientras hay competidores que incluyen sistema de frenos ABS (aunque sea en el disco delantero), esta Honda sigue sin ese dispositivo de seguridad. Motor1 Argentina no recomienda la compra de motos sin ABS (ver normativa). Nuestra unidad tuvo una pobre performance del freno trasero, más allá de que se encontraba bastante regulado.
MOTOR y TRANSMISIÓN
El gran diferencial de esta XR190L es la incorporación de la inyección electrónica para este segmento de On-Off menor a 200cc. El motor, sin embargo, es un viejo conocido en Honda, ya que se trata de la mecánica utilizada por la CB190R: con una cilindrada de 184 cc, distribución OHC, dos válvulas y refrigerado por aire. Gracias a la incorporación de la inyección electrónica programable (PGM-FI), entrega 15.6 cv de potencia a 7.750 rpm y unos 15.7 Nm de torque a 6.000 rpm. Todo esto se transmite a la rueda trasera de manera muy progresiva, mediante una transmisión de cinco marchas, con un embrague muy liviano y de fácil accionamiento. No posee ningún tipo de asistencia para el pasaje de cambios, pero sí incorpora -además del arranque eléctrico- el clásico arranque del tipo patada. Es algo que su hermana mayor no equipa. Raras decisiones de Honda, suponemos.
COMPORTAMIENTO
El tanque de nafta tiene una capacidad de 12 litros, con casi cuatro de reserva. Durante los 10 días de uso, recorriendo casi 250 kilómetros, rellenamos el tanque con siete litros, lo que estaría dando una autonomía aproximada a los 400 kilómetros (algo más de 2.9 litros cada 100 kilómetros, con un uso mayormente en autopistas). Es, definitivamente, un excelente consumo, sobre todo si tenemos en cuenta la escalada en el precio de los combustibles en los últimos días.
CONCLUSIÓN
Cuando Honda Motos me ofreció el préstamo de esta XR190L, sinceramente me interesaba probar a la “hermana del medio”, ahora de fabricación nacional. Tiene un gran diferencial en la incorporación de la inyección electrónica y la combinación de la mecánica de la CB190R ofrece un buen resultado. daba una buena combinación. Sin embargo, pese a los 3 CV de diferencia y la inyección, la moto sigue siendo más o menos parecida a su hermana menor, la XR150L. El precio sugerido de Honda de 2.173.500 pesos está bien lejos del valor que piden las concesionarias. Peor aún después de la devaluación del peso. Por lo tanto, recomendamos rastrear precios en varias concesionarias antes de tomar una decisión de compra.
La XR190L es una moto que merecería ofrecer un mayor equipamiento de seguridad. No hablo sólo del ABS o el disco de freno trasero, me refiero también a mejorar la iluminación o la información del tablero. El “plus” de esta moto sigue siendo el mismo de siempre: lleva el nombre de Honda y eso es algo muy apreciado a la hora de defender el valor de reventa. Si nos pusiéramos a soñar, se podría pensar en un futuro donde Honda reemplace por completo a la 150 carburada con esta 190 a inyección, y el regreso de la XRE300 (que recupere la denominación Sahara), por encima de la mítica Tornado. Pero la XR150L lidera el segmento y se sabe: “Equipo ganador no se toca”.
Quizá vaya siendo hora de que Honda haga valer más la plata de los clientes, más allá de que las ventas muestran que el cliente paga por la “seguridad de la inversión” a la hora de adquirir un producto de la marca. Sin dudas, el que elija este producto va a llevarse una gran aliada para el día a día. Es una moto confiable, práctica y polivalente, que también sirve para divertirse en el terreno suelto.
P.B.
Fotos: Orly Cristófalo
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