Es la reemplazante de la CB250 Twister. Por fin, tiene más equipamiento de seguridad. Opina Pablo Bri.
Twister es otro nombre “icónico” en la gama de Honda en la historia reciente, la naked de media cilindrada se volvió exitosa desde su nacimiento como la CBX 250 hace casi 20 años: una moto muy fiel que todavía suele verse mucho por nuestras calles. En esta última iteración, la nueva CB300F Twister cambió radicalmente su diseño, aumentó su cilindrada y sumó mucho equipamiento, principalmente de seguridad. Hace unos meses que tuve la chance de probarla en la presentación dinámica a la prensa y me había dejado buen gusto (leer primer contacto). En principio por el precio sugerido por todo el paquete, pero sentía que la experiencia en las calles me iba a terminar de convencer y a eso me dediqué toda esta semana con la nueva CB300F Twister.
Diseño
Pese a tener varios meses en el mercado, y al estar en el Top 20 de las motos más vendidas, aún sigue siendo una novedad, siendo muy mirada por motociclistas durante su andar, o durante paradas en estaciones de servicio, es que llama la atención, principalmente por ser Honda, una marca que todos conocen y en su mayoría saben de qué se trata. El diseño va muy en línea con las nuevas Naked de Honda, y sigue el estilo ya visto en la CB190F, y en sus hermanas mayores, sin embargo no me convence la elección de color, el azul mate de la unidad probada es algo perlado y llamativo, pero la hace parecer a una moto de la competencia, o incluso a las de Policía de la Ciudad, y a mi gusto al tener los barrales de la horquilla delantera en color dorado, no da como resultado un buen combo; yo quizá elegiría esta moto en color negro por sutileza, pero es una pena que Honda no haya decidido ofrecerla en el color amarillo, que supo tener su antecesora, y que se ofrece en otros mercados, es un color distinto que destaca y no queda mal. Todo el carenado de la moto es plástico, lo que beneficia a las líneas filosas que tiene su diseño, pero hay que tenerle cuidado en el uso y el mantenimiento.
Posición de manejo
Quizá un punto en contra en el apartado ergonomía, sea el tema del manejo de los controles: Honda decidió invertir en la maneta izquierda, la posición del comando de la bocina y los indicadores, quedando en una posición anti-natural, en mi caso sentía cómoda la ubicación de los indicadores, pero se me complicaba a la hora de apretar la bocina, que pese al color llamativo de la moto y la iluminación full LED, es algo que hay que usar mucho en el tránsito urbano. Ya que mencionamos la iluminación, hay que decir que se destaca muchísimo, es excelente con tres faros LED delanteros ofician de luces bajas y tres más de altas. Estas están siempre encendidas, no encandilan al de adelante y agrega además las ya mencionadas anteriormente luces de posición ámbar en las posiciones de los indicadores delanteros. Todo el comando de luces se controla con el cómodo pulsador a la altura del dedo índice, del lado izquierdo. En la otra maneta, otra de las incorporaciones de esta nueva versión son las balizas, es extraño tener que indicar esto, pero es un agregado que se ve cada vez más en el equipamiento de las motos y agradecemos, ya que es un comando necesario y muy práctico.
Pasando al tablero, es LCD en negativo (fondo oscuro/caracteres claros), parece compacto pero es completísimo, se ve bien en cualquier situación y se complementa de testigos varios. Lamentablemente, pese a la cantidad de información que puede proporcionar ya que cuenta con dos odómetros, muestra velocidad y consumos promedio, cantidad de litros de combustible utilizados y voltímetro, además del indicador de marcha y te avisa si el pie de apoyo está colocado, todas esas opciones se visualizan mediante las teclas que se encuentran al lado de dicho tablero, quedando incómodo y teniendo que sacar la mano del puño para accionarlos, hubiera preferido un botón en alguna de las manetas para aprovechar de manera más sencilla y segura tanta información. Como dato peculiar, noté al cruzar en la calle varias CB190F, la hermana menor, que las manetas que equipa dicha moto son retroiluminados, y hubiera estado bueno que esta CB300F las equipe, es un detalle que suma. Lo que sí suma esta Twister, es una toma USB-C al costado izquierdo del tablero, para poder ir cargando el teléfono, siempre y cuando esté adherido a un soporte, dicha toma se encuentra, medio escondida y posee una tapita bastante incómoda de acceder si uno se encuentra con los guantes puestos.
Seguridad
En este apartado hay que destacar principalmente a los frenos, ya que son una de las grandes mejoras de esta moto, quizá la mejora más importante en esta nueva evolución de la Twister, ya que a sus discos de 276 mm adelante con una pinza axial de doble pistón y un trasero de 220 mm con pinza monopistón, se les suma el ABS de doble canal que era un faltante bastante solicitado por los usuarios; el tacto de los frenos es muy bueno, y la moto frena muy bien. La estrella del equipamiento a mi parecer es la llegada del control de tracción (HSTC), el cual actúa sobre los frenos traseros, y es desconectable desde el tablero. Esto pone a la Twister, que adeudaba mejoras en materia de seguridad, como referente del segmento ya que ninguna de sus competidoras directas ofrece dicho sistema. Aclaremos también que este equipamiento se diferencia de la versión del CB300F presentada en otros mercados, y es algo para valorar donde normalmente nos sentimos perjudicados por faltantes que están disponibles en otros mercados.
Motor y transmisión
Comportamiento
Gracias a todo este conjunto la moto tiene un andar muy ágil, y pese a los más de 150 kg que indica la ficha técnica, se la siente muy cómoda y liviana, uno se acostumbra rápido y le toma confianza de manera sencilla, lo que repercute en mucha fluidez para moverse en el tráfico, siendo quizá el ambiente perfecto para la Twister. La moto acelera bien, de manera progresiva y se vuelve divertida para manejar, sin estar yendo a alta velocidad. Saliendo de la ciudad, pude comprobar que un rango de 100-120 km/h a la moto le sientan bien, pero a mi gusto arriba de las 6.000 rpm se torna bastante vibradora (algo habitual de un monocilíndrico), lo que repercute en cierta incomodidad a la hora de andar “enroscado”. Durante esta semana, en un uso extra-urbano, moviéndose tanto por el tránsito urbano, como por autopistas, el consumo marcó en la computadora de abordo un promedio de 30 km/l, dando una autonomía aproximada a los 400km con su tanque de 14.1 litros.
La nueva suspensión con horquilla invertida adelante y un monoshock con cinco puntos de precarga atrás, mejoró el andar, absorbe bien leves imperfecciones, pero a la hora de moverse en calles empedradas es algo dura. La unidad probada calzaba los cauchos de la marca MRF, en medida 110/70R-17 adelante y 150/60R-17 atrás, los cuales mostraron un correcto funcionamiento en las condiciones probadas.
Conclusión
Tras esta semana a bordo de la nueva CB300F Twister, no hice más que corroborar en la calle lo que había notado en el primer contacto con la moto meses atrás. Honda le dió a uno de sus modelos más afamados en nuestro mercado, las herramientas para afianzarse como referente en el segmento. Una moto con un buen diseño, un gran desempeño en la ciudad, muy bien equipada y con esa tranquilidad de tener “una Honda”.
P.B.
Fotos: Orly Cristófalo
Agradecimiento: LS2 Argentina
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