El binomio formado por los jugadores de fútbol y los deportivos más exclusivos es un clásico en el mundo del motor. A los coches de empresa que les proporcionan las marcas de coches, se suman sus propias y millonarias adquisiciones. Eso sí, en ocasiones, aunque su economía está más que saneada, hay futbolistas que se dejan caer por las gasolineras baratas como los conductores más terrenales.
Memphis Depay, delantero que, desde enero de 2023, milita en las filas del Atlético de Madrid, ha sido visto por la capital a bordo de su Ferrari SF90. Cabe pensar que, si se invierte casi medio millón de euros en uno de los deportivos de Maranello, los gastos asociados a un vehículo de este nivel poco importan.
Por esa razón, ha llamado mucho la atención una de las historias que el futbolista neerlandés publicó en su perfil de Instagram. En la imagen, aparecía repostando su Ferrari SF90 en una estación de servicio. Lo curioso no era la cantidad de la factura, sino que se trataba de una gasolinera low cost.
Captura de la historia publicada en Instagram por Memphis Depay.
Completa el esquema una caja de cambios de doble embrague y ocho velocidades, que se ubica sobre el eje trasero. Por primera vez en un modelo de producción de Maranello, la fuerza se reparte entre ambos ejes gracias a su sistema de tracción total. La autonomía es de 25 kilómetros.
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Petroprix, entre las gasolineras más baratas
Quien apuesta por repostar en una gasolinera low cost lo hace con el objetivo de ahorrar. Este tipo de estaciones de servicio han llegado a ofrecer el litro de combustible, de media, un 10% más barato. Lo lograban porque tienen unos márgenes reducidos de entre 0,5 y el 1%.
La diferencia de precios radica en factores como la presencia de aditivos. Las compañías son las que deciden si les basta con los de Exolum o si desarrolla los suyos propios para ofrecer gasolina y diésel con mayores y mejores cualidades. En este caso, esa innovación tiene un precio.
Las gasolineras baratas apuestan, al mismo tiempo, por estructuras empresariales sencillas y por reducir los costes, minimizando o, prácticamente, desprendiéndose de las partidas que implican mayores inversiones.
Apenas tienen personal o, directamente, no tienen: la plantilla supone el 60% de sus costes. Y optan por instalar sus estaciones de servicio lejos de del centro de la ciudad: en la mayoría de los casos están en polígonos y zonas industriales, donde el suelo es más barato, o recintos comerciales que pertenecen a grandes superficies.