El piloto australiano Toby Price (KTM), en una imagen de la edición del año pasado.
Joan Barreda, que se mostraba confiado con sus opciones antes de arrancar a pesar de no haber hecho ninguna carrera desde el Dakar 2022, imprimió un ritmo demoledor y fue cuarto a nueve segundos del vencedor, superando a todos sus compañeros en Honda. “La mayoría de pilotos necesitan correr carreras para no perder ritmo. Yo siempre he buscado encontrar sensaciones y ritmo durante los entrenamientos”, explicaba el castellonense de 39 años, que reconoce que este puede ser su último Dakar. “He tenido un momento de confusión por culpa de un problema, no sé si de consumo o electrónica. Eso me ha hecho dudar en una recta y he perdido unos segundos. En el resto he ido seguro y sin errores”, resumió satisfecho.
Además, como premio a su velocidad, los 10 primeros clasificados elegirán su posición en la salida de la etapa del domingo, que se dará en orden inverso al resultado del prólogo. Otros de los participantes españoles destacados en la categoría de motos firmaron un papel discreto en este arranque: Lorenzo Santolino fue 24º, Joan Pedrero 33º y Sandra Gómez Cantero fue 94ª.
Mattias Ekström domina para Audi, Carlos Sainz es sexto
La organización tuvo que usar máquinas para abrir y allanar la pista de la etapa prólogo, que se parecía más a un trazado del Mundial de rallies que otra cosa. Una fuerte tormenta a días de empezar la prueba, una excepción en estas latitudes, obligó a repasar a última hora los 13 kilómetros de recorrido alrededor del campamento al lado del Mar Rojo. Joan Navarro, ingeniero del Audi de Carlos Sainz, sexto en la etapa a 14 segundos de su compañero Mattias Ekström, el vencedor, comentaba que habían bajado la altura del coche todo lo posible para maximizar las prestaciones sobre el carril duro.
La complejidad de la etapa estaba en la falta de referencias en un camino con tramos muy parecidos. El escaso kilometraje propiciaba además diferencias mínimas. La única que les quedó a los participantes fue darse otro par de vueltas para intentar memorizarlo e irse a dormir con el circuito en la cabeza. En su segunda aventura a cuatro ruedas, Laia Sanz empezó con un competitivo 27º puesto a 49 segundos del ganador, muy cerca de su compañero en el Astara, Oscar Fuertes (24º), y a la misma altura que Isidre Esteve (28º con su Toyota). “Un pequeño error nos habrá costado alguna posición, pero el objetivo era estar entre los 40 primeros para mañana empezar en buen sitio y lo hemos hecho bien”, comentó la barcelonesa.
Daniel Vilà, el primer participante en arrancar en esta edición, logró una meritoria tercera plaza en la categoría de quads el día de su debut. Cristina Gutiérrez, en prototipos ligeros T3, empezó liderando una prueba donde parte como una de las favoritas para la victoria general. Esta Nochevieja no habrá uvas para los pilotos españoles, que deberán madrugar para encarar la primera etapa del rally, un circuito de 368 kilómetros con salida y llegada al campamento del mar. “Estamos acostumbrados a celebrarlo en casa, en familia. El año pasado estábamos aquí pero no había etapa al día siguiente, así que pudimos vivirlo despiertos a pesar de la distancia”, se resignaba Sainz.
“Antes mi novia me ha dicho que era Nochevieja y yo ni me acordaba. Hace ya muchos años que no lo celebramos demasiado, pero así es nuestro trabajo”, sonreía Barreda. “¿Qué, hoy es 31?”, se extrañaba Monsieur Dakar. “Me había olvidado por completo. Me iré a dormir antes de medianoche, pero espero tener una buena cena”.
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