Fernando Alonso celebra este domingo su tercer puesto en el GP de Baréin.
Desde que decidió abandonar Ferrari con vistas a la temporada 2015, Fernando Alonso ha vivido en la pista como un tigre enjaulado, limitado primero por el McLaren más flojo de la historia de la compañía de Woking, y después por la idiosincrasia de Alpine, una escudería muy incómoda por el componente político que la atenaza. Con su llegada a Aston Martin, la mayoría del paddock vio ese movimiento como un intento a la desesperada de mantener un asiento en la parrilla del Mundial, a la espera de que el campeonato le terminara expulsando de forma natural por una cuestión de edad. Sin embargo, su llegada a Aston Martin le recoloca en una posición inimaginable cuando firmó su contrato hace ocho meses, en aquel Gran Premio de Hungría en el que Sebastian Vettel anunció su retirada.
“Esto es un sueño cumplido. Hace ocho meses [cuando firmó] hubiese dicho que no lograríamos ningún podio en este 2023, que con suerte lo conseguiríamos en 2024″, reconoció Alonso, absolutamente exultante. “Se ha adelantado todo, porque aquí dispusimos del segundo mejor coche, solo por detrás del Red Bull. El proyecto va muy bien y hay un gran ambiente. La energía que desprende todo el mundo es tremenda, en la fábrica todos van como motos”, añadió el bicampeón del mundo con Renault (2005 y 2006). “Siempre esperas dar un paso atrás y volver a la realidad. Pero creo que el rendimiento es real. Si somos rápidos en las dos próximas carreras (Yedda y Australia), 2023 será un buen año para nosotros”, argumentó el asturiano.
“El futuro pinta bien”, resumió Mike Krack, director de la compañía de los deportivos con licencia para matar. “El coche es competitivo, de eso no hay duda. Ahora tenemos que lidiar con su desarrollo. Estamos compitiendo con los mejores, y ellos están acostumbrados a mantener una altísima intensidad en la evolución”, añadió el ejecutivo, ansioso por lo que aparece en el horizonte: en pocos meses está previsto que se terminen las instalaciones que Aston Martin está construyendo al lado de su fábrica actual, mientras que el año que viene debería estar listo el nuevo túnel de viento.
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