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¿Qué coche comprar? Prueba Mercedes-Benz C 300 e Berlina 2022

Analizamos esta opción híbrida enchufable con 313 CV, que homologa nada menos que 115 kilómetros de autonomía eléctrica.

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Con la desaparición del Volkswagen Passat (se mantiene el familiar Variant) y el Renault Talisman, entre otros modelos, las berlinas generalistas están cerca de extinguirse, no así las de las marcas premium, que siguen interesando en muchos mercados. 

Por eso, nos ha parecido muy interesante analizar el nuevo Mercedes-Benz Clase C 2022 y, más en concreto, la revolucionaria versión híbrida enchufable 300 e, que homologa nada menos que 115 kilómetros de autonomía eléctrica, gracias a una batería de 25,4 kWh de capacidad. 

Galería: Prueba Mercedes-Benz C 300 e Berlina 2022

En el vídeo adjunto puedes conocer todos los puntos fuertes y también los mejorables de un coche atractivo que, en esta última entrega, se va hasta los 4,75 metros de longitud. Estéticamente y también en el apartado tecnológico, podemos considerarlo un Clase S a escala y el pack AMG Line (1.240 euros) la verdad es que le sienta a las mil maravillas. 

El interior combina diseño y tecnología de una manera soberbia. Tanto la instrumentación digital de 12,3 pulgadas como la pantalla central de 11,9 vienen de serie. En cuanto a habitabilidad, hay mucho espacio para las piernas, pero no tanto para la cabeza en las plazas traseras.

Ya supondrás que el maletero se ve reducido por la integración de la batería. En este caso, se queda en 315 litros. No nos ha gustado que no haya un lugar para poder guardar el cable de conexión, pero es cierto que la forma de la superficie de carga es muy aprovechable y que los asientos posteriores se pueden abatir en una proporción 40/20/40.

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El tren motriz del C 300 e está conformado por un motor turbo de gasolina, en posición longitudinal, de 2,0 litros y 204 CV, más un propulsor eléctrico de 129 CV. La potencia combinada asciende a 313 CV y se canaliza al tren trasero a través de la transmisión automática con convertidor de par 9G-TRONIC, de nueve marchas.

Las levas del volante no solo nos permiten engranar velocidades, sino también variar la retención del vehículo, hasta el punto de poder practicar una conducción con un solo pedal. 

Para cargar la batería, se puede con corriente alterna a un máximo de 11 kW y con continua hasta 55. En este último caso, se pasa del 0 al 80% en tan solo media hora. Por cierto, con el programa Hold Battery, se puede mantener el nivel de carga, pero no hay una función para regenerarla en marcha. 

¿Y el consumo? Mientras hemos tenido carga de la batería, el gasto ha sido de apenas 0,7 litros cada 100 kilómetros. Al descargarse, hemos reiniciado el ordenador de a bordo y hemos marcado 6,3 litros en un recorrido de más de 200 kilómetros. No llega a ser una cifra de berlina turbodiésel, pero no está nada mal. 

Antes de que veas el vídeo, te anunciamos que este coche cuesta 61.102 euros más todos los extras que quieras incluir, que no son pocos precisamente. Al fin y al cabo, hablamos de un Mercedes-Benz con un tren motriz revolucionario, así que no supone ninguna sorpresa esa tarifa elevada. 

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