- ¿Qué es la homologación L7e?
- XEV Yoyo: un diseño muy moderno
- XEV Yoyo: a conquistar la ciudad
- XEV Yoyo: el proceso de carga
- XEV Yoyo: las alternativas
Si estás buscando una opción económica, con motor eléctrico y de reducido tamaño, el XEV Yoyo puede ser una buena opción. Le analizamos en profundidad.
En un mercado en el que los grandes fabricantes han abandonado la categoría de los coches urbanos por su baja rentabilidad y penalización de emisiones por parte de la Unión Europea, los cuatriciclos han tomado un cierto protagonismo. Y ellos también se han adaptado a los nuevos tiempos pasándose a la electricidad, como el XEV Yoyo que analizó aquí.
¿Qué es la homologación L7e?
Lo primero que tenemos que conocer antes de analizar en profundidad este XEV Yoyo es que no es un turismo convencional bajo la reglamentación M1, sino que se trata de un cuatriciclo pesado englobado dentro de la categoría L7e. Esto lo que implica, para empezar, es que es necesario poseer el carnet B para poder conducirlo.
Además, revisando la propia normativa de este tipo de vehículos encontramos que no pueden superar los 400 kg (asciende a 550 kg en caso de que transporten mercancías) en su masa en vacío, donde no se incluye el peso de la batería en el caso de los eléctricos como nuestro protagonista. Además, su motor tiene que tener una potencia igual o inferior a 15 kW (20 CV).
XEV Yoyo: un diseño muy moderno
Pero voy más allá. Yo a los cuatriciclos siempre los veo como coches de una apariencia un tanto vieja, casi copiando diseños de coches más grandes que se vendían anteriormente. En este caso el resultado me parece mucho más moderno y acorde con los tiempos actuales, además de contar con luces con tecnología LED de serie.
El tamaño del XEV Yoyo es pequeño, ideal para poder circular por ciudad y encontrar aparcamiento con suma facilidad. Hablamos de una longitud total de 2,53 metros, mientras que su anchura y altura es de 1,5 metros. Y sus ruedas tienen un tamaño que será fácil de encontrar en el mercado con una medida de 165/55 R15, habitual de utilitarios de no hace muchos años.
Otro aspecto que nos habla del nivel de sofisticación de este XEV Yoyo es que tiene apertura y arranque manos libres de serie. De esta manera pasamos a un habitáculo, que como era evidente, está pensando para dos ocupantes. La postura de los asientos está inclinada un poco hacia adelante y algo elevada, lo que da sensación de estar en un pequeño SUV, algo que no se puede cambiar pues solo tienen regulación longitudinal. Y hablando de esto, el volante tampoco se puede mover en altura y no incluye botones.
Como se puede apreciar en las fotografías, el colorido exterior también tiene reflejo en el interior de este XEV Yoyo. Los materiales son plásticos duros, lo normal en este tipo de vehículos, pero a la vez transmite sensación de espacio ya que el salpicadero no es invasivo y la consola central no termina de llegar hasta él. Y en las puertas como no había mucho espacio proponen un “bolsillo” con cuerdas.
Mi unidad de pruebas contaba con la pantalla multimedia pequeña de 7 pulgadas, la cual no es táctil, no permite cambiar sus parámetros y quizás se eche en falta que te indique el consumo medio. Como alternativa se ofrece otra de 10 pulgadas táctil más completa. Para suplir lo comentado, a su lado cuenta con un soporte para móviles bastante fiable, pues el XEV Yoyo cuenta con conectividad Bluetooth, además de elevalunas eléctricos, tres tomas de USB tipo A, aire acondicionado (ojo que resta 20 km de autonomía nada más activarlo) y un techo panorámico.
Y culmina este habitáculo un pequeño maletero con una boca de carga un tanto alta. Se puede acceder a él desde los asientos y creo que es más que suficiente para cargar una compra no muy voluminosa o el patinete de tu hijo.
XEV Yoyo: a conquistar la ciudad
Tras apretar el botón circular de arranque y soltar el freno con el pedal, como en los Mercedes de hace unos años, emprendo la marcha con este XEV Yoyo. En este tipo de coches orientados principalmente a circular por la ciudad me encanta que tengan los retrovisores muy grandes, así como los ventanales, con la idea de no encontrar ningún punto ciego en la jungla urbana.
Noto en estos primeros compases que la dirección es un tanto dura en su tacto, poco comunicativa, algo que podía esperar de un coche pequeño, y muy directa, lo que hace que las primeras reacciones del coche sean algo nerviosas. Además, hablando de los dichosos badenes de las ciudades, la suspensión me pareció un poco seca.
En esas ocasiones, u otras en las que necesites más potencia, siempre puedes poner el cambio en la letra S. Es en ese momento cuando podrás alcanzar los 90 km/h de velocidad máxima que homologa el XEV Yoyo al entregar toda la potencia antes mencionada. Y cuando sueltes el acelerador notarás una pequeña regeneración, pero sin llegar a ser brusca.
XEV Yoyo: el proceso de carga
Tras analizar cómo se comporta este XEV Yoyo, llega el momento de cargarlo. Pero me gustaría daros un detalle antes. Si entras ahora mismo en la web de la marca verás que indican que su batería es extraíble y se puede intercambiar por otra. Bien, esta funcionalidad sólo está disponible por ahora en Italia, pero según nos comentaron los responsables de la marca la idea es implantarla en nuestro país próximamente.
Volviendo a nuestro protagonista, el XEV Yoyo tiene la toma de carga en la parte delantera y se abre desde el interior. En ella enchufas un cable con toma mennekes, para el coche, y el enchufe convencional o shucko por el otro extremo. La potencia máxima que podrás alcanzar es de 2 kW, con lo que cargaríamos la batería de 10,3 kWh de capacidad en cuatro horas (del 30 al 100%), aunque en mi caso superó las cinco horas.
їY cuГЎnto dura la baterГa del XEV Yoyo? Pues segГєn la homologaciГіn que nos han proporcionado desde el fabricante son 150 kilГіmetros, pero yo el mГЎximo que he conseguido durante la semana de pruebas ha sido de 120 kilГіmetros.
XEV Yoyo: las alternativas
Como alternativas a este XEV Yoyo, cuyo precio de partida es de 15.690 euros (sin incluir el Plan MOVES III como el resto de precios que voy a dar), os voy a proponer tres opciones. Por un lado están los “hermanos” Invicta Pocco e Invicta Pony, cada uno con una personalidad diferente, más tecnológicos en su interior, con una mayor longitud, pero no ofrecen tanta personalización como nuestro protagonista. El primero de ellos tiene menos potencia (10 kW) y capacidad de batería (9,2 kWh), pero iguala la autonomía y su precio es ligeramente superior (16.000 euros). Respecto al segundo, su pila es más grande (13,3 kWh) lo que le permite estirar su rango hasta los 170 km y cuesta 17.000 euros.
La otra posibilidad tiene acento español, pues se fabrica en Barcelona, y es el Silence S04. A diferencia de los anteriores es más corto que nuestro protagonista, con un interior más espartano, con 14 kW (uno menos) y sus baterías le proporcionan 11,2 kWh de capacidad y una autonomía de 149 km. En este caso si son extraíbles y hay numerosos puntos por la geografía española para intercambiarlas. Su precio son 11.680 euros, pero en él no se incluyen las citadas pilas, por lo que hay que pagar 30 euros mensuales de alquiler. Si las compras la tarifa sube a 16.800 euros.