No es tan impactante como el CLA Coupé, pero sí más espacioso y se conduce realmente bien.
No tiene el tirón comercial del Clase A de cinco puertas, ni llama tanto la atención como el CLA Coupé, pero el Mercedes-Benz A 200 Sedán 2021 no es ni mucho menos el ‘patito feo’ o la ‘oveja descarriada’ de la gama compacta del fabricante de Stuttgart.
Al contrario, más de uno en la redacción lo elegiría frente a las otras dos alternativas y razones le sobran, porque se trata de una berlina bien proporcionada y atractiva, más aún si añadimos los componentes deportivos del pack AMG Line que luce nuestra unidad de pruebas y que está disponible sin sobreprecio, según el configurador oficial. Ojo al dato…
Galería: Prueba Mercedes-Benz A 200 Sedán 2021
Este paquete consta de asientos deportivos, kit estético AMG y tren de rodaje con altura libre al suelo rebajada. Luego nos adentraremos en el tema dinámico, pero antes déjame darte algunos datos técnicos importantes.
Por ejemplo, este modelo mide 4,56 metros de longitud, 1,79 de anchura y 1,44 de altura, y comparte distancia entre ejes, 2,73 metros, tanto con el Clase A como con el CLA Coupé. En términos prácticos, esta batalla permite acomodar a adultos en el entorno de los 1,80 metros en las plazas traseras, sin que rocen con el tapizado del techo, lo que no está mal. Eso sí, no hay asideros para sujetarse y la banqueta apenas tiene inclinación para apoyar bien los muslos.
Frente al primer Clase A, donde el ensamblaje del interior mostraba algún claroscuro, en este modelo todo está perfectamente integrado y no aparece ningún tipo de ‘grillo’, incluso circulando por firmes con adoquines. Además, el diseño resulta muy moderno, a pesar de que el coche lleva unos años en el mercado.
De hecho, posiblemente en 2022 conoceremos el restyling de los tres modelos compactos de Mercedes-Benz. Un dato a tener en cuenta si lo que valoras es tener un coche ya ‘contrastado’, y con cierta trayectoria, o si lo que prefieres es lucir un vehículo con una renovada estética.
Volviendo al habitáculo, hay inserciones en Piano Black, muy de moda, pero que se ensucian y se deterioran con facilidad, además de dos pantallas de 10,25 pulgadas, una para la instrumentación, totalmente configurable, y otra para el sistema multimedia con inteligencia artificial, que responde al comando: “Hey, Mercedes”. Los mandos de la climatización son táctiles.
Como suelo decir en otros coches de la marca germana, el periodo de adaptación a los mandos del volante y al joystick de la consola central es algo más largo que en otros modelos, al menos en mi caso, pero tampoco entraña mucha dificultad sentirse ‘como en casa’.
Y si salimos al exterior, la vista se nos detiene en muchos puntos, algo que siempre es elogiable. Por ejemplo, en los paragolpes deportivos, las llantas de aleación de 18 pulgadas (con neumáticos de 225 milímetros de sección), las cubiertas de los retrovisores en color negro y los embellecedores que simulan una doble salida de escape (tan solo hay una).
Con el paquete Premium Plus (4.979 euros), incluido en nuestra unidad de pruebas, se incluyen el techo panorámico y los faros MULTIBEAM LED, con tecnología matricial, además de asientos delanteros con regulación eléctrica y memoria. En fin, te invitamos a que configures el coche, porque hay un montón de packs, así que el límite lo pones tú y tu presupuesto.
La versión A 200 Sedán emplea un motor turbo de gasolina, con 1,3 litros y 163 CV, que también se usa con diversos niveles de potencia en modelos de Renault, Nissan e incluso de Dacia, fruto del acuerdo entre Mercedes-Benz y la Alianza (Renault-Nissan-Mitsubishi).
A pesar de que el par máximo, 250 Nm, lo declara a partir de las 1.620 vueltas, esta mecánica brilla especialmente a partir de las 2.000 rpm y tiene un régimen intermedio de muy buen rendimiento. Cuando sube de vueltas, es manifiesta su suavidad, hasta el punto de que parece que apenas se producen fricciones internas en ella. Igualmente, el sonido es bastante contenido.
Los consumos más habituales rondan los 6,5 litros cada 100 kilómetros, si practicamos una conducción normal, sin bruscos cambios de velocidad e intercalando recorridos interurbanos y ciudad. En cuanto a prestaciones, esta variante pasa de 0 a 100 en 8,3 segundos y alcanza los 230 km/h de punta.
En el plano dinámico, el coche con el tren rodaje deportivo no muestra ningún cariz radical. Al contrario, el conductor disfruta de una comodidad manifiesta y, a su vez, de un tacto efectivo en todo tipo de curvas. Un equilibrio tan fácil de describir, como tan difícil de lograr, y que Mercedes-Benz siempre logra en sus vehículos.
El ágil tren delantero responde con rapidez a una dirección directa y el eje trasero no se muestra perezoso a la hora de seguir la trazada. En fuertes apoyos, se nota cómo la carrocería inclina, pero el coche es muy noble y no aparecen movimientos extraños. En fin, el A 200 Sedán tiene un punto de diversión muy reconocible.
A través del sistema DYNAMIC SELECT, el conductor dispone de los programas Comfort, Sport e Individual. Con este último, se pueden modificar la respuesta al acelerador, la asistencia de la dirección y el funcionamiento del control de estabilidad (ESP).
Con el equipamiento de serie, Mercedes-Benz pide 33.017 euros por el A 200 Sedán 2021 con caja manual. Como decíamos antes, los numerosos packs existentes pueden aumentar esta tarifa muchos miles de euros más, como sucede en otras marcas premium.
No es un coche que tenga un formato muy demandado en nuestro país, pero lo cierto es que, por clase y distinción, esta berlina no debería caer en el olvido. Sobre todo, porque sería muy malo que los SUV acaparasen toda la atención de los clientes. Hay que mantener la diversidad…
