No hay amante del motor con redes sociales que no conozca a los preparadores japoneses de Liberty Walk, con sede en Tokio. Aunque han realizado muchos trabajos destacables, el año pasado despuntaron con su Ferrari F40 ensanchado, que sin ser un representante extremo del tunning nipón ‘bosozoku’, era bestial y levantó ampollas entre los puristas.
Ahora vuelven a la carga con otra de sus célebres reinterpretaciones de un superderpotivo icónico de la década de 1980, que sin duda será uno de los protagonistas del Salón del Automóvil de Tokyo 2024. Hablamos del ya de por sí excesivo Lamborghini Countach, que tras pasar por LB, va a vivir una segunda juventud muy cañera.
Un superdeportivo icónico viviendo su segunda juventud en Tokio
Los preparadores de Liberty Walk y el Lamborghini Countach, uno de los superdeportivos más venerados de la historia del automóvil, tienen algo en común: o los amas o los odias, pero no dejan a nadie indiferente. Y aunque no haya más que un teaser de menos de un minuto que arroje pistas sobre el resultado de la unión entre ambos, es suficiente para ver que será fructífera.
Siguiendo su estilo tan personal a caballo entre lo deportivo y lo radical, sin olvidar conservar algún toque original para que una obra maestra del calibre del Lamborghini Countach no pierda del todo su esencia, se puede ver cómo Liberty Walk ha ensanchado la carrocería del superdeportivo clásico, sección por sección.
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En la parte delantera llaman la atención el prominente paragolpes y las tres entradas de aire de la parte inferior, otorgándole a la ‘nariz’ del coche un aspecto más agresivo.
Este cambio además crea un efecto dinámico curioso, que se ve reforzado por la línea que une los canards con los pasos de rueda (ensanchados también) y que redondea ligeramente la silueta del coche. De perfil, rematan el conjunto los faldones y los neumáticos Toyo, que envuelven unas llantas Rohana Forged de color oscuro con radios en forma de Y.
No podía faltar un difusor masivo y cuatro salidas de escape inspirados en el mundo de la competición. Por el momento sólo podemos esperar para conocer más detalles estéticos y técnicos de esta reinterpretación del Lamborghini Countach, que seguramente no agrade a los más puristas.
Si lo viera Don Ferrucio Lamborghini seguro que volvería a exclamar ‘¡Countach!’, la genuina expresión piamontesa que expresa una mezcla de asombro y fascinación.
Aunque quizá esta vez el significado sería algo distinto, fue lo primero que dijoal ver terminado el legendario superdeportivo diseñado por el gran Marcello Gandini: un adelantado a su tiempo que parecía una nave espacial cuando se presentó en Ginebra en 1971, aún en forma de prototipo.