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- El motivo por el que hay menos insectos
- ¿Cómo podemos proteger a los insectos?
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- El implacable insecto de los mil nombres
El coche es uno de los medios de transporte más populares en nuestro país. Cada año, miles de personas hacen uso de este vehículo cuando llegan las vacaciones estivales con vistas a alcanzar un destino de playa, de montaña o rural, que son los preferidos entre los españoles.
Otro elemento que prolifera en esa época del año son los insectos, por lo que es muy común que durante nuestro recorrido muchos mosquitos acaben aplastados en el parabrisas dificultándonos la visión exterior. Sin embargo, esto podría cambiar.
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Voluntarios de las asociaciones Kent Wildlife Trust y Buglife de Reino Unido han pasado los últimos 20 años registrando el número de “insectos voladores” que impactan en los vehículos durante sus desplazamientos; y esta cifra ha ido cayendo en picado.
El motivo por el que hay menos insectos
Colza en flor, con los insectos de la primavera.
Las causas principales derivan del constante deterioro que sufren el suelo, la vegetación, el agua y el aire debido a las actividades humanas. Por una parte, el suelo ha sido transformado en cemento, el agua cada vez escasea más, y las plantas son tratadas con fitosanitarios tóxicos.
¿Cómo podemos proteger a los insectos?
A pesar de que puedan suponer una molestia para los conductores, los insectos son unos seres vivos indispensables. Constituyen más del 80% de las especies animales conocidas, y ejercen un papel de vital importancia como polinizadores. El 35% de la producción de alimentos proviene de plantas polinizadas por insectos, por lo que su desaparición pondría en riesgo la seguridad alimentaria.
Aunque las acciones de un ciudadano no pueden solucionar los grandes problemas ambientales, sí es cierto que algunos gestos consiguen grandes resultados. Con vistas a proteger a los insectos, podemos dejar a un lado los productos fitosanitarios en nuestros pequeños jardines o huertos, consumir productos alimentarios procedentes de buenas prácticas agrícolas y evitar en nuestras prácticas agrícolas o de jardinería la introducción de especies invasoras.
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