Probamos el renovado mini bus de Ford, ahora con más potencia y caja AT10. Escribe Orly Cristófalo.
Cada vez que una marca lanza al mercado un vehículo de pasajeros o de carga, le mando a C.C. el mismo mensaje: “¿Nos prestarán uno para probar?”. La mayoría de las veces no sucede, ya que no patentan unidades para la Flota de Prensa de esos modelos, porque “no hay periodistas con registro para manejar esto” o “a ningún periodista le interesa”. Pero también está la gente copada de Comunicación de las marcas que, cuando les pido este tipo de unidades me responde: “¿En serio querés probarlo? Dame unos días y te paso fecha de disponibilidad”. Y así, una vez más, el Crítico D2 de Motor1 Argentina entró en acción.
Mi vida suele transcurrir cambiando de auto a SUV, a sedán, a coupé, a pick-up y así. Por eso, cuando surge la oportunidad de probar un Minibus de 17+1 pasajeros, los ojos se me iluminan. Ford le puso la nueva Transit Minibus (2023, ver nota de lanzamiento), que tiene un precio de lista de 27.7 millones de pesos. Yo puse el registro habilitante y la crítica completa se reproduce a continuación.
POR FUERA
Es enorme. Sí, ya sé que las ves en las calles y autopistas. Que te las cruzás bastante seguido, pero cuando tenés la llave en la mano y te mentalizás que eso va a ser tu vehículo por los próximos 7 días, todo cambia. Nuestra unidad era Blanco Oxford pero también viene en Plata Lunar. La Ford Transit Mini Bus mide 6.704mm de largo, 2.474 mm de ancho contando los espejos (2.126 sin tomarlos en cuenta), y 2.781mm de alto, con un voladizo trasero de 1.931mm y 1.955mm de alto en el interior. Sí, yo mido 1.85 y entro parado sin problemas. Comparada con la Mercedes-Benz Sprinter Combi de 19+1, estas medidas hacen a la Ford unos 600mm más corta, 74mm más baja y 129mm más ancha. Adentro la Transit es 119mm más alta.
Volvamos al exterior. La trompa y toda la línea lateral está marcada por plásticos negros que van desde la parrilla y el paragolpes delantero hasta el paragolpes trasero. En el frontal el capot se abre con llave desde la misma parrilla, tal como era la versión anterior. Los faros delanteros, regulables eléctricamente, se expanden sobre el comienzo del lateral y en la parte baja encontramos faros auxiliares. Sólo dispone de puerta lateral corrediza del lado derecho y es de accionamiento manual. Un dispositivo especial detiene el motor si se abre con la palanca de cambios en posición D o si se quiere pasar sacar de P con el portón abierto. No sólo es por la seguridad de los pasajeros si no también por el escalón plegable que sale debajo de la carrocería cuando se abre la puerta corrediza.
En la parte trasera dos portones se abren para ver para adentro, porque no hay acceso posible desde ahí y tampoco lugar para valijas o bolsos. Decididamente, la Transit es un vehículo pensado para recorridos urbanos o para mini turismo. En la parte alta del portón está la tercera luz de freno y la cámara de retroceso, algo que no tenía la generación anterior, lo mismo que los sensores de estacionamiento.
La unidad probada estaba equipada con Goodyear Cargo Marathon 2 en medida 195/75 R16 adelante y atrás, siendo duales en la parte trasera. El peso en orden de marcha es de 3.254 kilos y la carga máxima es de 1.346 kilos. El tanque de combustible tiene 80 litros y el de urea 24 y ambos se cargan con bocas en el parante trasero de la puerta del conductor, que hace de traba de seguridad cuando está cerrada. Y cuenta con gancho de remolque delantero y trasero.
POR DENTRO
Pero volvamos a los detalles: hay buches y huecos para llevar y guardar cosas por todos lados. En la puerta, a los costados del torpedo, atrás del tablero, detrás de la pantalla multimedia, abajo de los mandos de la climatización, por encima de nuestras cabezas y hasta debajo del asiento de los acompañantes. Además, el respaldo del asiento central delantero se baja con una especie de mesita con dos posavasos y una cinta elástica que permite sujetar papeles o similares.
El tablero de instrumentos es una mezcla de analógico y digital. Bien resuelto y con información clara aunque extrañamos que no tenga sensores de presión de neumáticos. En el volante se suman comandos del equipo de audio, teléfono y control de velocidad crucero adaptativo. Pasando a la parte central encontramos una de las grandes novedades: la pantalla multimedia-touchscreen 8 pulgadas compatible con Android Auto y Apple Car Play. En el caso de Android no funciona si no está conectada por cable. Alrededor de la pantalla tenemos algunos botones como el de los modos de manejo, la desconección del control de tracción y del Start&Stop. Ahí nomás y cerca de otro buche guardacosas encontramos un conector USB y uno de 12v. Detalle: ese conector justo al lado de un portaobjetos ideal para el celular, no es el que conecta con la pantalla para reflejar nuestro celular. Si queremos hacer eso debemos usar el que está justo arriba del tablero de instrumentos dejando el teléfono a pleno rayo del sol o a la vista de los cacos.
Nos pasamos a la parte de atrás y nos convertimos en pasajeros. La puerta es simple de abrir y no se pone pesada y el escalón retráctil suma comodidad. También tenemos manijas del lado de adentro que facilitan que subamos. Movernos en el interior es muy cómodo gracias a la buena altura y a un pasillo muy cómodo entre las dos filas de asientos. Si medís más de 1.70 vas a pedir que el viaje dure poco. No estás excesivamente incómodo, pero las piernas te van a pedir más lugar después de los 30 minutos de viaje. Otros que no estarán tan cómodos serán los que vayan en los asientos que están sobre el pasarruedas trasero.
Cada asiento tiene su luz de lectura individual y hay dos USB por cada fila, uno de cada lado, lo mismo que portavasos y salidas de ventilación. Las butacas son reclinables y los posabrazos plegables para permitir un mejor acceso. Cada asiento cuenta con su cinturón de seguridad de tres puntos y apoyacabezas integrados.
Hay un buen lugar en la parte de arriba para llevar mochilas y objetos varios.
SEGURIDAD
La versión 2023 AT de la Ford Transit viene con ABS, asistencia al frenado de emergencia, distribución electrónica del frenado, control electrónico antivuelco y de estabilidad, control de tracción, control de carga adaptativo (detecta la cantidad de carga y su distribución sobre cada eje, y ajusta automáticamente los parámetros del control de estabilidad para mejorar el comportamiento del vehículo), asistente de partida en pendiente, asistente de viento lateral, alerta de colisión, airbags delanteros para conductor y acompañante, doble espejos retrovisores con punto ciego, cámara de retroceso, sensores de estacionamiento.
Sí, nos queda un poco corto sólo airbags frontales para conductor y acompañante. No sirve de consuelo pero es el mismo equipamiento que trae su competidor, la Sprinter.
MOTOR Y TRANSMISIÓN
Y llegamos a la otra gran novedad de esta Ford Transit (2023). Ahora debajo del capot tenemos el conocido Panther 2.0 con su inyección directa common rail, distribución por cadena y turbocompresor con intercambiador de calor. Entrega 165 cv a 3.500 rpm y tiene un torque de 390Nm entre las 1.750 y 2.750 RPM.
La transmisión también es nueva, ya que lleva la caja automática de 10 velocidades, igual a las nuevas Ranger y F-150. La tracción es trasera.
COMPORTAMIENTO
Me pongo en rol de chofer, acomodo espejos, asiento, volante. Conecto mi celular, guardo en el portaobjetos superior mi gorra, prendemos el motor, ponemos D y salimos. Y en la primera esquina, cuando vas a doblar y mirás por el espejo te das cuenta que estás manejando algo que mide más de 6.5 metros y si no lo hacés con cuidado, las duales traseras pasarán por arriba del cordón. Bienvenidos a moverse con un mini bus. Segundo tema a tener en cuenta: la altura. Vamos en algo que mide casi 2.8 metros de alto y, en la zona de San Isidro, Martinez, Vicente López, casi todos los túneles de paso bajo nivel tienen una altura máxima de 2.30 metros. Así que, a pasar por la barrera o quedaremos incrustados y salimos en los diarios.
En calles urbanas del conurbano y de CABA moverte con la Ford Transit de 17+1 es casi una odisea. Ni hablemos de estacionar. No, definitivamente no es un vehículo pensado para el uso diario como “auto”. Es un transporte de pasajeros pensado para que esté facturando todo el día yendo de acá para allá y con la mayor cantidad de asientos ocupados. Y eso hicimos.
No, no lo hicimos facturar porque no estamos habilitados, pero sí lo usamos para transportar familia hasta el cumple de C.C., en un campo a algo más de 100 kilómetros de la sede Martínez de Motor1 Argentina. No fuimos a plena carga porque algunos comensales decidieron ir por su cuenta, pero con 12 personas a bordo emprendimos el viaje. Primera conclusión: el motor y la caja ni lo notan. Siguen respondiendo bien, la caja hace skip-shift tanto en forma ascendente como descendente (dato de color: por lo que pude constatar saltea preferentemente marchas pares. ¿Una caja con TOC?). Y en la autopista el andar es muy confortable y veloz hasta que llegamos a los 100km/h y ahí nos quedamos. ¿Algún problema? No, la Transit de pasajeros viene limitada de fábrica a esa velocidad. Ponemos el control de velocidad crucero adaptativo y vamos. A esa velocidad y carga el consumo está en los 7.2 litros cada 100 kilómetros. En uso mixto con más ciudad que autopista, medimos 12.6 litros cada 100.
Los frenos me sorprendieron por su potencia. Frena bien y parejo, no se nota ningún tipo de desviación o fatiga. Recordemos que tenemos discos en las 4 ruedas y viene con testigo de desgaste de las pastillas. Como ya mencionamos estaría genial contar con sensores de presión de los neumáticos.
En pisos desparejos tiene algunos ruidos en el portón lateral, pero es casi lógico que así sea por la superficie de dicha puerta. Bien la estanqueidad en los caminos de tierra. Uno pensaría que este tipo de vehículos es una invitación a que entre polvo en todas sus formas pero no. Gran detalle la ventana en el techo, aporta luz y también la posibilidad de ver la luna mientras circulamos. No, no hay foto porque venía manejando y sería un poco peligroso.
En modo “pasajero”, se viaja bien, aunque con el tema que mencionamos del espacio para piernas. Tres de mis “clientes” mencionaron ese punto y todos de más de 1.70 metros de altura. Igual, los tres se durmieron a bordo en el viaje de vuelta.
CONCLUSIÓN
Me encanta manejar este tipo de vehículos. Me saca del modo tradicional de “crítico”, para sentirme un profesional del manejo. La Transit hace muchas cosas bien, como por ejemplo las maniobras a baja velocidad, gracias a su dirección asistida eléctricamente y un buen radio de giro para algo de 6.7 metros.
Creo que es un gran salto de calidad en cuanto a la versión anterior, sin ser extremadamente revolucionario. Pero también se le suma que está dentro del programa Ford Pro, que ofrece a todos los propietarios de una Transit Mini Bus (y otros más, ver nota), un servicio de post venta prioritario, vehículo sustituto en caso de demoras en la reparación, alquiler temporario o anual y hasta financiación propia y talleres móviles. Toda una gama de servicios y beneficios muy tentadores para quien usa la Transit como herramienta de trabajo.
La decisión final está en manos de gente que decide su compra, no sólo por el bolsillo, si no también por el negocio que representa. Y ahí el servicio de postventa pesa mucho. Y, por lo que hablé con algunos usuarios, el de la marca de la Estrella sigue siendo mejor que el del Óvalo. También sabemos que Ford está trabajando en eso en todos los niveles de vehículos, pero en casos como este los resultados y el boca a boca debe ser “rápido y furioso”.
Mientras tanto, me voy a dar una vuelta más con la Transit. Esta vez tengo sólo tres pasajeros que llevar. ¿Son pocos? Nada es poco para un crítico D2.
O.C.
Fotos O.C. y Juan Cruz Cristófalo
ARCHIVO PARA DESCARGAR: Ficha técnica Ford Transit Minibus (2023)
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