A priori, el del Gran Premio de Portugal no iba a ser el fin de semana más propicio para Maverick Viñales. Y no por su estilo o por el de la Aprilia Racing Team, sino por su físico, ya que una gastroenteritis lo está afectando desde su llegada a Portimao. Pero eso poco importó al español, que este sábado consiguió su primer triunfo con la marca de Noale.
Viñales avisó ya en la sesión de clasificación, al ser segundo por detrás de Enea Bastianini. Posteriormente, en la prueba corta, supo mantenerse delante, a pesar de la presión de Jorge Martín en su remontada, para aprovechar el fallo de Pecco Bagnaia en la curva 1 y heredar el liderato de la prueba, que aguantó frente a un Martín que al final se vio rebasado por Marc Márquez.
Sea como fuere, el #12 estaba más que contento, algo que no pudo ocultar al término de la carrera, sobre todo por su ‘feeling’ con la RS-GP en Portimao.
“Siempre salgo a tope, pero está siendo un fin de semana muy bueno. Estoy retomando la moto que dejamos en Valencia, que me gustaba mucho. Cuando estoy en sintonía con la moto puedo ir muy rápido, y eso es lo que interesa”.
De cara al domingo, Viñales no se cierra puertas, e hizo referencia al aspecto mental, algo que juega también un papel en sus propias actuaciones, ya que está llevando a cabo varios sacrificios para perder peso y estar al máximo.
“Mañana hay que hacer lo mismo. Me lo he pasado bien. Era una batalla psicológica y me he sentido muy fuerte. Agradecer a los de casa que saben lo que sufro, lo que trabajo y lo poco que como”.
“Cuando Pecco se ha ido largo he visto que era mi momento. Esta victoria viene del cambio que hemos hecho el viernes. Tratamos de estar atentos con el balance de la moto”, finalizó Viñales, en uno de sus mejores días como piloto de la firma italiana.