Ya lo hacen fabricantes como BYD, que han controlado la cadena de suministro de las baterías desde la propia extracción de los materiales que le dan forma. Ahora, Tesla quiere seguir ese mismo camino con el inicio de la construcción de una refinería de litio que permitirá al fabricante americano diversificar sus fuentes y reducir costes.
Según Elon Musk, quien llegó en una Cybertruck al evento, la refinería debería estar lista en 2024 y entregar material aproximadamente un año después.
No hace mucho tiempo el propio Musk indicó que las fábricas capaces de refinar el litio eran verdaderas impresoras de dinero. Un sector hasta ahora en manos de China, que empieza a despertar en otros mercados empujados por la necesidad de encontrar fuentes alternativas al gigante asiático.
Como suele ser habitual, los eventos de Tesla dan mucho de que hablar, y además de la presentación del propio proyecto de la fábrica, incluyendo una infografía de su aspecto una vez terminada, Musk anunció que planea eliminar el sulfato de sodio, un subproducto usado en las refinerías de litio convencionales. En cambio, lo que quedará es una mezcla de arena y carbonato de calcio que se puede usar como aditivo en materiales de construcción. Posteriormente, la refinería también debería poder trabajar con material reciclado.
El objetivo de Tesla es tener una fabrica limpia y sin emisiones tóxicas tanto para los trabajadores como para el entorno.
Una instalación que además tiene también un fuerte componente simbólico del cambio del paradigma energético, ya que según Tesla, la instalación podrá contar con la experiencia de los trabajadores del sector del gas y el petróleo. Lo que permitirá reciclar los puestos de trabajo que la electrificación irá eliminando de la industria de los combustibles fósiles.
