En su primera actualización, el benjamín de DS no experimenta modificaciones en su esencia, aunque mejora en muchos apartados importantes, especialmente en la versión eléctrica E-Tense.
A finales de 2018, DS puso a la venta el DS 3 Crossback, el SUV más pequeño de su gama, que llegó a convivir con el DS 3 ‘a secas’, un urbano de tres puertas y 3,95 metros de longitud. Cuatro años y pico después, la denominación Crossback ha desaparecido de la gama, primero en el DS 7 y, ahora, en el renovado DS 3, que nada tiene que ver con su homónimo de aquella primera época.
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DS 3 2023: esto es lo que cambia
Desde el punto de vista del diseño, el modelo francés es, sin lugar a dudas, el más original del segmento. De hecho, los cambios respecto al DS 3 Crossback hay que buscarlos con lupa y se concentran en el frontal: la distribución de los grupos ópticos principales es diferente (ahora están divididos en tres secciones), la parrilla es ligeramente más ancha y tanto el paragolpes como las luces diurnas son diferentes.
Además, hay nuevos diseños para los diseños de las llantas de aleación (de 17” y 18”) y se han añadido dos colores para la carrocería denominados Lacquered Grey y Diva Red.
En el interior los cambios son más evidentes, aunque el diseño general sigue invariado. El volante es distinto e incluye más funciones, mientras que el sistema multimedia es totalmente diferente (la pantalla es igual, de 10,3”). También es novedad, aunque no se ve, que tanto la conectividad Android Auto y Apple CarPlay se efectúa de manera inalámbrica.
Asimismo, la batería es diferente, ya tiene mayor densidad energética y capacidad (54 kWh brutos, 50,8 kWh útiles), de modo su que su autonomía homologada aumenta hasta 404 kilómetros (62 km más que antes). No hay cambios en lo que a la potencia de recarga se refiere, con hasta 11 kW en corriente alterna y 100 kW en carga rápida (corriente continua).
DS 3 2023: así va
Hemos probado tanto la versión de gasolina 1.2 PureTech de 130 CV (también se vende un diésel 1.5 de idéntica potencia y otro PureTech de 100 CV) como el renovado eléctrico. El primero sigue siendo la opción más lógica para casi cualquier tipo de uso, ya que tiene unas buenas prestaciones (9,2 segundos de 0 a 100 km/h) y un consumo ajustado (6,0 L/100 km). El diésel tiene unas virtudes similares, pero la diferencia de precio (1.650 euros más a igualdad de acabado) sólo lo hace recomendable a quien realice más de 30.000 km/año.
Por cierto, tanto el gasolina como el diésel de 130 CV están asociados a una caja de cambios automática de ocho relaciones; quien quiera una manual, debe optar obligatoriamente por la versión de acceso, el PureTech de 100 CV.
En cuanto al E-Tense eléctrico, los 20 CV extra se dejan notar con claridad, como es lógico, mientras que el consumo homologado es algo optimista; no obstante, con una conducción cuidadosa y empleando a menudo el modo Eco (que limita considerablemente la potencia) se pueden obtener cifras en torno a 14 kWh/100 km sin demasiados problemas.
