Para hacer más segura la circulación y mitigar los accidentes en carretera, que en muchas ocasiones terminan con la vida de las personas, los fabricantes decidieron que se deberían implementar unos sistemas que ayudaran a los conductores a evitar un gran número de siniestros provocados, principalmente, por el error humano.
Para ello, se han desarrollado las ayudas a la conducción o ADAS, por las siglas en inglés de sistemas avanzados de asistencia al conductor. Su implementación se hacía necesaria, pues según la Comisión Europea, cerca del 95% de los accidentes se dan por errores humanos.
Estos sistemas son obligatorios en los automóviles desde julio de 2022. Sin embargo, en las motocicletas, salvo algunos modelos de última generación y que, además, se sitúan en la parte más cara de los catálogos de las marcas, no se han democratizado a día de hoy.
Honda y seguridad
La división de motocicletas de Honda siempre ha tenido la seguridad entre sus pilares como fabricante. Llevan años trabajando en diferentes dispositivos que hagan más sencilla la conducción y que, además, eleven la protección de sus usuarios. Así, en los últimos días se ha conocido a través de la publicación estadounidense Cycle World que la firma del ala dorada ha presentado nuevas patentes que van a dar un gran paso en esta dirección.
Instituto de Seguridad Honda.
Viento en moto
El viento es uno de los grandes problemas para los motoristas.
Asistencia al conductor
La última patente presentada por el fabricante japonés gira alrededor de un dispositivo de servodirección que va montado detrás de la pipa de dirección de la moto que se une a esta a través de un brazo. En realidad, no es un mecanismo muy diferente al del clásico amortiguador de dirección, pero en lugar de impedir únicamente los movimientos rápidos de la horquilla, puede rectificar la trayectoria gracias a las órdenes del ordenador de a bordo.
Los “carriles virtuales” se muestran con líneas de puntos en la patente. Foto Cycle World.
Vientos cruzados
Otro de los apartados de la patente presentada recientemente por Honda hace referencia a los vientos cruzados, quizás el peor de los escenarios para conducir una moto. Gracias a su sistema, la compañía japonesa espera poder contrarrestar los efectos de los vientos cruzados, ya sean constantes o racheados, para mantener la moto en la línea elegida.
En este supuesto, el ordenador divide el carril por el que se circula en varios “carriles virtuales” más estrechos e intenta mantener la moto dentro de uno de esos pequeños caminos. Esta ayuda se va a integrar con alguna de las ya existentes, como el control de crucero adaptativo. Lo que permite igualmente conocer las posiciones de otros vehículos cercanos, así como de los límites de la carretera.
Esta intervención se va a adaptar al entorno y a las necesidades del piloto, para ser más o menos agresiva en función de la urgencia para volver a situar la moto dentro de su carril.