La DGT está definiendo ya sus nuevas estrategias en materia de seguridad vial y, tras anticiparte ya que las motos serán prioritarias, hoy desvelamos cuál es su nueva política de radares. ¡Atentos!
La siniestralidad no baja y toca actuar. Así lo indican las cifras… y así parece haberlo entendido definitivamente la DGT, que lleva semanas lanzando diferentes mensajes, y a través de diferentes medios, sobre nuevas estrategias en materia de seguridad vial. Hay que reaccionar y así parece que será.
Si en las últimas semanas ya te hemos ido contando algunos avances que la DGT adelantó a través de su revista Tráfico y Seguridad Vial, como que la siniestralidad entre los motoristas pasa a ser la prioridad inminente, y para lo que pondrá en circulación nuevas motos camufladas, o modificaciones del Reglamento General de Circulación que entrarán en vigor en 2025 para establecer importantes novedades en el uso de carriles y arcenes, esta vez hablamos de cambios en la política de radares.
La mayoría de radares van a las vías secundarias
Infografía de la Dirección General de Tráfico sobre cómo funcionan los radares de tramo
Las carreteras necesitan 1.800 millones de inversión
Entre los planes que maneja ya la DGT para este objetivo figuran medidas concretas de conservación y mejora, que exigirán teóricamente una inversión de 1.800 millones de euros para conseguir, al mismo tiempo, evitar hasta 300 muertes al año y más de 800 heridos graves en accidentes de tráfico, según el informe elaborado por la Asociación Española de la Carretera.
“Uno de los retos en seguridad vial está en reducir la siniestralidad en las carreteras secundarias”, ha concluido Pere Navarro en su intervención, recordando que en este tipo de vías se producen hoy 3 de cada 4 siniestros y colisiones mortales, la mayoría por salidas de vía. “Si queremos reducir las víctimas en este país tendremos que trabajar en la carretera convencional. Llevamos mucho tiempo hablando de autopistas y de autovías, y nos da la impresión de que, de alguna manera, el pariente pobre son las carreteras secundarias”, ha confirmado el director de la DGT.
La mayoría de nuevas radares se instalarán en carreteras convencionales.
Según los datos del informe elaborado por la Asociación Española de la Carretera, en España las vías convencionales suman 148.370 kilómetros ante los 17.565 km de las vías de gran capacidad. Esto supone que el 89% del asfalto en nuestro país corresponda a carreteras secundarias. Aunque estas vías concentran “solo” el 35% del tráfico rodado, acaparan en cambio el 66,16% de los siniestros con heridos o fallecidos y casi el 73% de las víctimas mortales.