En la historia del Chevrolet Corvette, el coche deportivo americano por excelencia, hubo un momento crítico hace justo 70 años que estuvo a punto de hacer que el coche nunca saliera a la venta. Sucedió tras la celebración del Motorama Parade of Progress, un evento itinerante por Estados Unidos que tenía por objeto dar a conocer los modelos de General Motors.
Chevrolet.
Era enero de 1953. Estados Unidos vivía una época de pujanza tras la Segunda Guerra Mundial y el gigante americano estaba echando toda la ‘carne el asador’ para que la gente se enamorara de sus coches. Para exhibirlos en el Motorama había diseñado incluso camiones especiales, una especie de caravanas gigantes y ultra futuristas que vistas hoy día recuerdan a las redondeadas y brillantes caravanas Airstream. Los llamaba GM Futureliner y los había con caja trasera (como un descomunal pick up) para llevar coches. O, como decían en General Motors, para transportar “Sueños con Ruedas”.
Presentación en Nueva York
Algunos de los GM Futureliner que empleó Chevrolet en Motorama.Chevrolet.
Pero el coche que había diseñado el talentoso Harley Earl, quien reconoció haberse inspirado en los deportivos ingleses de la época, suponía romper en exceso con su catálogo de modelos. Lo que más podía chocar a muchos es que la carrocería era en su totalidad de fibra de vidrio (el coche pesaba solo 1.310 kg), algo que en aquella época era mucho más vanguardista y arriesgado de lo que nos puede parecer hoy emplear la fibra de carbono.
Poca potencia
La producción era en gran medida manual.Chevrolet.
En un último intento por hacer que el coche agradara a la generación de ex combatientes los responsables de General Motors incluso le habían puesto el nombre de Corvette, que no tenía nada de casual: significa en inglés Corbeta, un tipo de barco militar que va en avanzadilla de los grandes destructores y que se caracteriza por su extraordinaria rapidez y movilidad. Todo para despertar los sentimientos de victoria y patriotismo.
Una decisión visionaria
Alfred Pritchard Sloan, Presidente de GM de 1937 a 1956.Chevrolet.
El primer coche abandonó la línea de producción de la planta de Flint (Michigan, Estados Unidos) el 30 de junio de 1953. Era de color blanco con la tapicería en rojo, y de hecho las 300 unidades que se fabricaron ese año tenían exactamente la misma configuración de colores.
El V8 le dio el impulso definitivo
1954 tampoco fue un gran año para el Corvette, pese a que pasaron a fabricarse 3.640 unidades, pero en 1955 todo cambió con la sustitución del motor de seis cilindros por otro V8 que en principio cubicaba 4,3 litros y entregaba 195 CV.
Chevrolet.
A partir de aquella subida de potencia, la pasión por el coche comenzó a cimentarse y el mito se consolidó, forjado hoy por casi 70.000 unidades fabricadas a lo largo de ocho generaciones. Y esto nos sirve para confirmar que a los conductores americanos, por lo menos hasta fechas recientes, siempre les ha gustado la potencia y los motores que rugen, dejando que el consumo sea algo secundario.