Auto BMW es ensamblado en un recorrido de medios en la planta de la automotriz alemana, en San Luis Potosí. Febrero, 2023. Foto: (Reuters)
BMW, que tiene el control accionario de las marcas inglesas Mini y Rolls-Royce, vendió el año pasado 2.5 millones de vehículos, un récord histórico, en alza de 6.5 por ciento respecto a 2022.
En China, donde realiza un tercio de sus ventas, las entregas de coches aumentaron más de 4 por ciento.
La empresa prevé que ese porcentaje aumente a 30 por ciento en 2025 y a 50 por ciento en 2030.
La facturación de BMW en 2023 registró un alza de 9 por ciento, a 155 mil 500 millones de euros (170 mil millones de dólares), gracias a una “fuerte demanda” de los modelos de alta gama, explicó BMW.
Pero el beneficio neto anual del grupo cayó 34.5 por ciento, debido al impacto contable de la consolidación de su empresa conjunta china BMW Brilliance, cuya integración había disparado las ganancias en 2022.
El grupo de Múnich se benefició, al igual que otros fabricantes alemanes, de un retorno a una situación prácticamente normal de las cadenas de aprovisionamiento y de la demanda después de la pandemia.
Esos resultados llevaron a BMW a anunciar el pago de dividendos de 6 euros por acción devengados por el ejercicio 2023. En 2022, el dividendo por acción había sido de 8.50 euros.
El mercado recibió desfavorablemente esos anuncios. En la Bolsa de Fráncfort, las acciones de BMW cayeron 2.76 por ciento, en un mercado en retroceso de 0.11 por ciento.
La empresa comunicará el próximo jueves sus metas para este año.
MRA