Los dos últimos 'one-off' de Mulliner beben de la última victoria de Bentley en la carrera más popular de Australia.
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Mirando atentamente el mapamundi de la competición, alguien podría pensar que el hemisferio sur del globo está algo ‘huérfano’ de buenos circuitos, al menos en comparación con el norte. Sin embargo, por debajo de la línea del ecuador podemos encontrar pistas tan únicas y legendarias como Bathurst.
Añade a eso algunas curvas ciegas y tendrás un circuito donde cada giro, frenada o adelantamiento es un acto entre la fe y la locura. Y ahora, imagina correr así durante 12 horas seguidas en la prueba estrella del calendario australiano, y entenderás por qué Bentley ha querido conmemorar la victoria que consiguió aquí en 2020 con el lanzamiento de dos ‘one-off’ firmados por Mulliner.
Refinada alma de carreras
En esta ocasión, la colaboración entre la ‘sastrería’ predilecta de Crewe y la filial australiana de la marca ha dado lugar a los dos Continental GT S Bathurst 12 Hour. Ambos comparten la nueva configuración ‘S’ del modelo, orientada a la deportividad y equipada con el habitual 4.0 V8 que entrega aquí 550 CV de potencia y 770 Nm de par.
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Con un 0 a 100 km/h de unos cuatro segundos, se presentan en boxes más que preparados para correr. Pero, tratándose de Bentley, de nada vale correr sin estilo o, mejor dicho, sin estilos. El color es la principal diferencia entre ambas unidades, luciendo así la primera el llamativo ‘Apple Green’ en homenaje directo al Continental GT3 ganador en 2020.
El segundo ejemplar, por su parte, rinde tributo en su plateado ‘Silver Tempest’ a la primera iteración del Continental GT3 que debutó en Bathurst algunos años antes, en 2018.
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En lo demás ambos coches comparten los mismos detalles estéticos, desde los apliques en fibra de carbono a los detalles en negro satinado como las llantas y la parrilla frontal, igualmente adornada con el dorsal ‘7’ que Bentley ha utilizado asiduamente en esta carrera.
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Por dentro prosigue la fibra de carbono, a la vista en el salpicadero y el pedestal central. La personalización se completa con dos curiosas serigrafías, la del mapa de Bathurst en la zona del copiloto y la que recoge el nombre de los pilotos oficiales de Bentley cerca del apoyabrazos. La tapicería en piel vuelta negra marca el tono deportivo del habitáculo, rematada por las costuras y pespuntes en ‘Apple Green’.
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Como decíamos antes, sólo existirán estas dos unidades, las cuales se entregarán a sus futuros dueños acompañadas de un cuadro conmemorativo y una maqueta del Continental GT3 victorioso a escala 1:18.
