El de Portimao era un circuito marcado en rojo en la agenda de Fabio Quartararo, que se impuso al manillar de la Yamaha en ese trazado tanto en 2021, año en el que fue campeón del mundo, como en 2022, temporada en la que defendió la corona hasta media temporada, cuando Ducati dio el paso definitivo para dejar atrás a toda la competencia.
Ese paso dado por Ducati solo han podido seguirlo, a relativa distancia, el resto de fabricantes europeos, KTM y Aprilia, mientras que los japoneses se han quedado descolgados absolutamente. La impresión era de que Yamaha estaba acortando más la distancia que Honda, pero no lo suficiente como para tener buenas perspectivas a la hora de mantener en su nómina de pilotos al francés, que acaba contrato a final de curso.
“Es complicado. Sinceramente, más que la posición, que un séptimo puesto es un buen resultado, positivo, es el ritmo que hemos tenido en esta carrera, que ha sido muy mediocre”, explicó Quartararo el domingo.
“Pensaba que acabaría más cerca del líder. Hemos perdido casi un segundo por vuelta (0.8), así que es una diferencia enorme. Tenemos que encontrar una solución. Vamos por el buen camino pero, como piloto, siempre quiero que las cosas sucedan más rápido, lo antes posible. Estamos dando pequeños pasos adelante, lentamente”, añadió con cierto pesar.
Fabio Quartararo, Yamaha Factory Racing
Pese a ello el francés es consciente de que deberá esperar “al menos hasta mitad de temporada” antes de que se produzca un verdadero cambio en la M1, algo que choca frontalmente con sus deseos de cerrar su futuro lo antes posible.
El tiempo apremia para decidir el futuro de Quartararo en Yamaha MotoGP
Ya el jueves, cuando aclaró que su amigo y hasta ahora asistente Tom Maubant iba a ser su nuevo ‘gerente’ para negociar los contratos, Quartararo admitió que no tenía “mucho tiempo”, algo que reiteró el domingo tras la carrera.
“Tengo que decidirlo con mucha antelación, y será más una cuestión personal para ver qué tengo que hacer de cara al futuro”, aseveró, dando a entender que quizá deba elegir entre aspectos económicos o deportivos.
“No lo sé”, responde cuando le preguntan qué opciones maneja o si, incluso, como han hecho otros, podría optar a un equipo satélite. “Sinceramente, viví situaciones mucho peores cuando estaba en Moto2, cuando no sabía dónde iba a estar al año siguiente. La posibilidad de empezar, de tener ofertas, de no estar estresado por no tener moto para el año siguiente, no creo que me afecte. Incluso diría que no me preocupa en absoluto”, admitió, pese a que Motorsport.com entiende que ha recibido ofertas, una de ellas completamente en firme para correr con una fábrica europea.
“Está claro que hay que tomar una decisión y no es fácil. Sé que tengo que hacerlo en muy poco tiempo, pero por un lado ves a Yamaha haciendo cosas que nunca había visto en seis años, están haciendo realmente grandes cambios. Por otro, está la posibilidad de pilotar motos que ya están delante. No será una elección fácil”, asegura el francés, que este martes debía asistir en París a la presentación del Gran Premio de Francia 2024, pero que excusó su presencia por un tirón en el gemelo derecho que le molesta si está mucho tiempo de pie.
Más de MotoGP:Mir carga contra Morbidelli por no ser “inteligente” en la primera vueltaViñales explica la falla que lo llevó a caerse en el final en PortugalAcosta y su primer podio en MotoGP: Ha llegado más rápido de lo que esperabaBagnaia no está molesto por su choque con Márquez; estoy conforme con que no haya sancionesMárquez culpa a Bagnaia del choque en el GP de Portugal