- ¿Qué cambios tiene el último Ford Fiesta?
- Prueba del Ford Fiesta: análisis del interior
- Prueba del Ford Fiesta: cómo es su rendimiento
- Prueba Ford Fiesta: ¿qué equipamiento es mejor?
- Prueba Ford Fiesta: sus principales rivales
Gracias a la hibridación ligera el Fiesta cuenta con etiqueta Eco, buenos consumos y un gran rendimiento.
El Ford Fiesta es uno de los modelos más conocidos dentro del segmento de los utilitarios, aunque en el 2022 perdió posiciones en ventas frente a sus rivales directos. Era el año de su renovación, que le aportaba más personalidad en su diseño, manteniendo sus buenas virtudes tanto en carretera como en ciudad.
¿Qué cambios tiene el último Ford Fiesta?
La última renovación del Ford Fiesta se focalizó en la parte delantera del utilitario americano. Se levantó la altura del capó y se dio más protagonismo a la parrilla incorporando el logo en su parte central. Aunque para mí la principal novedad vino en la personalización que se dio a los distintos acabados. Nuestra unidad de pruebas era un ST Line, que se diferencia bastante de del Active (el crossover), los dos únicos que se mantienen actualmente a la venta.
Personalmente me gusta este toque deportivo que aporta el ST Line al Ford Fiesta, siendo en su justa medida. Este tono “Azul Metalic” te costará 475 euros y es uno de los seis colorores disponibles con el “Rojo Race” como único por el que no hay que pagar. Sobre las llantas no hay donde elegir, solo existen estas de 17 pulgadas en gris.
Prueba del Ford Fiesta: análisis del interior
Teniendo en cuenta lo anterior, podríamos calcar las impresiones que en su día comentamos cuando se lanzó esta generación del Ford Fiesta. Su salpicadero sigue teniendo bastantes botones, aunque menos que antes en la marca americana, pero me gusta su gran tamaño para ser manejados con facilidad mientras conduces. Los únicos que cambiaría son los que se encuentran entre los asientos, que quedan escondidos por detrás de la palanca del freno de mano. Y los materiales son los normales en esta categoría, con buenos ajustes.
La visibilidad, sobre todo cuando circulamos en ciudad, se ve un poco penalizada por unos anchos pilares delanteros, a lo que tenemos que sumar que las ventanillas traseras quizás sean un poco pequeñas y altas, sobre todo si los ocupantes de las plazas posteriores son los niños de la casa. Hablando de esas plazas, el espacio que encontraremos aquí es normal en todas sus cotas, habiendo varios modelos de la competencia como un SEAT Ibiza o un Kia Rio más holgados.
Lo mismo podríamos decir del maletero de este Ford Fiesta. Con 311 litros puede ser más que suficiente para un coche con un claro uso urbano, pero está lejos de los 380 litros de un Skoda Fabia o los 352 de un Hyundai i20. La altura de la boca de carga puede ser alta también, pero me gustó que pese a ser híbrido ligero, todavía había hueco para una rueda de repuesto porque no suele ser lo habitual ni en segmentos más grandes.
Prueba del Ford Fiesta: cómo es su rendimiento
Actualmente el Ford Fiesta solo tiene disponible un motor de gasolina híbrido ligero con 125 CV, aunque en el stock disponible en la web de la marca todavía puedes encontrar alguna alternativa de las versiones que se comercializaban anteriormente. Aunque tengo que reconocer que a mí el que más me gustaba era este. Pero esto no basta con decirlo, hay que argumentarlo.
Creo que con esta potencia disponible el Ford Fiesta cumple con creces en un entorno urbano, ya sea en plena ciudad o por carreteras de circunvalaciones, y se mueve con soltura cuando le exigimos un poco más en vías rápidas. En los primeros trayectos citados estaremos en torno a los 7 litros, aunque se podría bajar un poco más, mientras que en carretera a ritmos constantes he conseguido mantenerlo sobre los 5,3 litros.
Otra de las notas positivas que tiene este bloque de 125 CV del Ford Fiesta es como se ha configurador del sistema híbrido ligero. Mientras que en otras marcas pasa más desapercibido aquí se nota en las aceleraciones, aportando la sensación de tener algo más de potencia. Además, cuando levantamos el pie del acelerador activa la frenada regenerativa para cargar la batería, que controlándolo con el tiempo te permitirá usar mucho menos los frenos. De ambas operaciones te percatas por los símbolos que salen en el panel de instrumentación digital. Por no hablar que el sistema start stop actúan mucho más rápido e incluso se activa a baja velocidad sin parar el coche, ahorrando más combustible.
Que elijas el acabado ST Line frente al Active te permitirá contar con un chasis más dinámico en el Ford Fiesta. La suspensión tiene un tarado algo más duro, que se acrecienta por los neumáticos de perfil bajo montados y por los asientos de corte deportivo, pero sin llegar a ser molesto. El tacto de la dirección es muy directo y comunicativo, siendo referencia en su segmento, presumiendo también de buena frenada pese a contar con frenos de tambor en las ruedas posteriores.
Cuando se renovó este Ford Fiesta en este motor había también disponible un cambio automático, pero ahora ya solo se da la posibilidad de escoger el manual de nuestra unidad de pruebas. De nuevo hay que ponerles buena nota a los ingenieros americanos, por la configuración del recorrido de la palanca y su tacto. Y encima el pomo de metal para resaltar la deportividad.
Prueba Ford Fiesta: ¿qué equipamiento es mejor?
Los actuales equipamientos del Ford Fiesta diferencian muy bien a sus posibles compradores. Ya he comentado que este ST Line busca conductores más deportivos, tanto en la parte estética como en la dinámica, mientras que con el Active se intenta captar a aquellos que piensan en una imagen de SUV pero con un coste más económico.
Lo que tienes que tener claro en ambos casos es que no son acabados de acceso, por lo que vienen muy bien equipados de serie. Mi unidad de pruebas presumía de su pantalla multimedia de 8 pulgadas, sus llantas de 17 pulgadas, sensor de parking trasero, climatizador y varios asistentes de seguridad avanzados. Y todo por un precio de 24.317 euros, apenas 95 euros más caro que el Active.
Si todavía quieres un poco más, tanto uno como otro pueden aumentar su dotación con los acabados Active X y ST Line X. Son 1.477 euros más que deberás sumar a la cuenta para añadir el navegador, modem para servicios conectados, entrada sin llave y la cámara de visión trasera. Si necesitas estos elementos no dudes en invertir en ellos, pues la diferencia no es grande.
Prueba Ford Fiesta: sus principales rivales
Durante la prueba os he comentado ya aspectos comparativos de este Ford Fiesta frente a sus rivales, pero ahora llega el momento de sacar la calculadora. Frente a sus competidores híbridos ligeros hay que decir que el americano tiene una muy buena relación potencia/precio/equipamiento, quedándose cercano el Kia Rio (120 CV, desde 21.023 euros) con un acabado más bajo. También por menos precio de partida encontramos a Suzuki Swift (18.889 euros) y Mazda 2 (20.606 euros), pero en ambos casos con menos potencia y dotación de serie. El último a señalar sería el Hyundai i20, pero el coreano con el motor de 120 CV solo está asociado al cambio automático y a un acabado alto, por lo que su precio llega a 28.585 euros.
Pero también podríamos optar a contar con la etiqueta ECO como nuestro Ford Fiesta por otras fórmulas distintas. Aquí aparecen modelos híbridos sin enchufe como el Toyota Yaris (116 CV, desde 21.550 euros), su homónimo el Mazda 2 Hybrid (misma potencia y desde 24.225 euros), el Honda Jazz (97 CV, desde 21.650 euros) o el Renault Clio (145 CV, desde 21.977 euros). Este último lo podemos encontrar más económico con el motor que funciona también con GLP (100 CV desde 17.882 euros), propulsor que también equipa el Dacia Sandero (desde 13.640 euros). Y por último el SEAT Ibiza disponible con GNC desde 17.920 euros.
