Sencillamente, no hay otro deportivo en el mercado como el Ford Mustang. Primero, por lo que tiene de mítico un modelo que, en sus seis décadas de historia, sigue cautivando a conductores de todo el mundo. Y en segundo lugar, porque no hay otro coche en el mercado con 450 CV de potencia o más […]
Sencillamente, no hay otro deportivo en el mercado como el Ford Mustang. Primero, por lo que tiene de mítico un modelo que, en sus seis décadas de historia, sigue cautivando a conductores de todo el mundo. Y en segundo lugar, porque no hay otro coche en el mercado con 450 CV de potencia o más que se acerque siquiera al precio del Mustang y que esté propulsado por un motor de combustión. Sí, los hay más potentes y más baratos… pero son todos eléctricos.
¿Y qué trae de nuevo el deportivo americano? Pues algunos retoques estéticos que afectan al paragolpes delantero y alos faldones laterales para mejorar la aerodinámica, asà como nuevos grupos ópticos traseros LED. Aunque lo más reseñable va por dentro, donde se ha dado paso a un puesto de conducción en el que las pantallas cobran protagonismo. A la instrumentación digital de 12,4 pulgadas se une ahora a continuación la pantalla de 13,2 pulgadas del sistema multimedia SYNC 4 de Ford, que ha duplicado su potencia para ofrecer una experiencia digital más fluida. No sé qué os parecerá a vosotros, pero a mi me sigue gustando más el diseño «clásico» sin tanta pantalla del Mustang anterior, aquà tenéis la prueba.
Por lo demás, Ford también anuncia retoques en el V8 de 5.0 litros, en concreto en la admisión y en el sistema de escape activo. El paquete Performance forma parte del equipamiento de serie, así como los frenos Brembo, mientras que la suspensión adaptativa MagneRide sigue siendo una opción.
