- Desde Miura Mag y Motor1 decidimos vivir la Copa a nuestra manera. Renato Tarditti presenta al “Equipo de Suecia”.
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Mundial Volvo
Desde Miura Mag y Motor1 decidimos vivir la Copa a nuestra manera. Renato Tarditti presenta al “Equipo de Suecia”.
Por Renato Tarditti.
Aclarado eso, celebro que el cambio reglamentario –que abrió la posibilidad de convocar jugadores nacidos en otros países siempre y cuando tengan “apellidos” nacionales–, haya permitido el ingreso de este país, que tiene a varios de los autos más nobles y respetados del mundo. También es cierto que Suecia tuvo una época más gloriosa, cuando Saab aportaba players exquisitos, y que ahora hay que arreglarse solo con lo que aportan Volvo, su subsidiaria Polestar y la exclusiva y excéntrica Koënissegg.
Se llega con lo justo a armar un once titular, pero así y todo resultó un equipo equilibrado en todas sus líneas, con SUVs, sedanes, rurales, una coupé y hasta un supercar. Y además, casi todos tienen versiones híbridas o full eléctricas, como para calmar los reclamos de Greta Thundberg y sus seguidores, que tienen mucha influencia entre la afición sueca.
Vamos al equipo, empezando por atrás. Al arco va la sobria y elegante rural V90. Podría parecer que una elección atípica para calzarse los guantes pero, ¿qué mejor para transmitir seguridad y confianza que una rural Volvo?
Unos metros delante de la V60, ya en el mediocampo, está su hermano mellizo, el sedán S60. Hubo quejas acerca de que “son el mismo auto”, pero por suerte están inscriptos con distintos nombres en el padrón, así que el TAS dijo “siga, siga”. El S60 es el Bechkam del equipo, sobre todo por la facha, pero también por una pegada privilegiada y unos cambios de frente exquisitos. El círculo central es territorio del jugador más polivalente del seleccionado, el multipremiado Volvo XC40 (saber más), un “5” que es la pieza clave del equipo porque ordena, distribuye y colabora. Y como volante izquierdo va el Polestar 2, un jugador nuevito, muy eléctrico, que promete mucho pero tiene que demostrar que se banca la presión.
La “10” está reservada para el jugador distinto del equipo, “el auto sueco más latino”, como lo bautizó la prensa especializada: el Volvo C40. Canchero, habilidoso, acupesado, solo hay que ver si sus baterías se bancan el calor de Qatar.
Y adelante tenemos una pareja de delanteros excepcionales. Como media punta va el Polestar 1, un jugador de la nueva generación pero de estilo muy clásico, que como todo buen híbrido aporta vértigo o pausa según se necesite. Y como punta-punta tenemos al Koënissegg Jesko, una bestia infernal de 1.500 caballos en la que los suecos dejaron de lado su famosa moderación, como cuando se ponen a hacer death metal. Puede ser un poco lagunero, sí, pero lo descuidaste un segundo y la tenés que ir a buscar al fondo del arco.
El Capitán
La sueca siempre fue una industria automotriz comparativamente pequeña en volumen, pero con una extraordinaria capacidad para la innovación, sobre todo en el apartado seguridad, en los que tanto Volvo como Saab siempre estuvieron a la vanguardia mundial. Ambas marcas estuvieron a punto de perecer en la primera década de este siglo, debido a diversas crisis económicas y a un desmanejo por parte de las empresas estadounidenses que para ese entonces las controlaban (General Motors en el caso de Saab y Ford en el de Volvo). Saab no logró sobrevivir y Volvo se salvó raspando de la muerte, cuando el grupo chino Geely apostó fuerte para rescatarla. Y cuando decimos apostar fuerte, es literal: pusieron un montón de plata para que los suecos pudieran dedicarse tranquilos a hacer los buenos autos que siempre supieron hacer, sin tener que estar penando con la soga al cuello como en los tiempos de control americano.
El primer exponente de esa nueva era para la marca fue la nueva generación de la XC60, desarrollada desde cero junto a la plataforma modular SPA, sobre la cual están hechos todos los Volvo que vinieron después. El salto cualitativo y estético de la nueva XC60 fue fenomenal, y el mercado lo premió con creces: desde su lanzamiento, la XC60 se ha dado el lujo de batir a las SUV medianas alemanas en varios países, y hoy por hoy pelea el primer puesto en su segmento en Europa.
Por eso la XC60 es el símbolo del renacimiento de Volvo, que ante la desaparición de Saab se tiene que cargar al hombro con el peso de la representación sueca. Tiene la mística, tiene la experiencia y hasta tiene la facha de líder; no puede haber un mejor capitán.
R.T.
El capitán de Suecia: Volvo XC60
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