Colin Chapman es una de las personas más importantes en la historia del automovilismo. La marca que fundó en 1952 fundó oficialmente Lotus Engineering Ltd., una marca de coches que, con el tiempo, se ha convertido en una leyenda.
Unos años antes de esa fecha, Colin Chapman construyó su primer coche de carreras en un garaje, pero tuvo que esperar hasta 1954 para debutar con una de sus creaciones, el Lotus-Climax 12 en el campeonato de Fórmula 1. El resto es historia.
“Quítame un kilo antes de darme un caballo”
El Lotus-Climax 12 no pasó a los anales de la historia por sus éxitos en competición, sin embargo, es coche de gran importancia histórica porque fue el modelo con el que Lotus debutó en la Fórmula 1. De la mano de este monoplaza, Colin Chapman llevó su filosofía a la Fórmula 1 y, a la larga, Lotus acabó ganando siete campeonatos del mundo de constructores de F1 y seis de pilotos, además de lograr 74 victorias y 102 pole positions.
El resto del año, esa fue la tónica para el Team Lotus, por lo que el Lotus-Climax 12 no tiene un palmarés especialmente relevante, más bien lo contrario, puesto que su mejor resultado fue un cuarto puesto en el GP de Bélgica de 1958, pero el hecho de ser el primer Lotus de F1 lo convierte en un coche muy especial.
Desarrollaba 172 CV y no era el coche más potente de la parrilla, pero sí uno de los más ligeros porque apenas pesaba 320 kg. Colin Chapman lo había diseñado bajo su filosofía de dar más importancia a la ligereza que a la potencia y, a la postre, esta estrategia llevó al equipo a ser uno de rivales a batir en el campeonato.
Después de que el equipo Lotus lo utilizase en la temporada 1958 de F1, el Lotus-Climax 12 con chasis 353 acabó en manos de María Teresa de Filippis, la primera mujer que compitió en Fórmula 1.
Más tarde perteneció a otros pilotos y acabó en Australia, donde se restauró al detalle para volver a lucir como el primer día. Ahora Bonhams estima que su precio en subasta será de entre 290.000 euros y 390.000 euros.
Fotos: Bonhams