El incidente ocurrió en el oeste de la ciudad.
Motociclistas que participaban de una caravana fúnebre paralizaron una vía del oeste de Cali y hasta hicieron disparos al aire que pusieron en peligro la vida de muchas personas.
“La Cali sin autoridad y violenta. En el acompañamiento de un cortejo fúnebre por la Avenida 6 Oeste con 5 Oeste Normandía se toman la vía y realizan disparos. Es frecuente está situación en la ciudad y en algunos casos roban en las calles”, dijo.
En las imágenes logradas por un ciudadano desde la parte más alta de un edificio, se ve a los motociclistas detener completamente el flujo vehicular para luego hacer piruetas alrededor del coche fúnebre.
Tal y como denuncia Ortiz, en el metraje se escuchan varias detonaciones de lo que serían disparos de arma de fuego. Por fortuna, no hay reporte de personas lesionadas en este hecho de intolerancia.
El irrespeto a la autoridad en las caravanas fúnebres en Cali se suma al dolor de cabeza en el que se ha convertido el paso por la avenida Circunvalar, entre la carrera 70 y 83, un tramo que fue inaugurado hace menos de cuatro meses, por cuenta de los piques ilegales que realizan conductores a bordo de motocicletas y automóviles.
La práctica se ha hecho costumbre en los últimos fines de semana. Decenas de videos que dan cuenta de la irresponsabilidad de los conductores se han conocido en redes sociales.
Los videos muestran a grandes grupos de motociclistas ocupando dos carriles de esta importante vía, conduciendo a altas velocidades y haciendo peligrosas acrobacias.
A los piques ilegales asisten automóviles con grandes equipos de sonido que aturden con sus altos volúmenes a quienes pasen por el lugar.
La mayoría de los motociclistas no usa ningún tipo de seguridad, como lo es el casco, poniendo en riesgo sus vidas y las de los conductores que no participan en estas actividades y que simplemente pasan por el sitio.
Habitantes de los sectores aledaños a la avenida Circunvalar dicen que los piques ilegales les han arrebatado la tranquilidad.
A los desórdenes se suman el consumo de alcohol y drogas, la quema de pólvora ―que está prohibida―, y la ausencia de las autoridades de tránsito, dejando a merced de estas persona el tramo de una vía que no lleva ni seis meses funcionando.
