Weismann Project Thunderball podría ser uno de los vehículos deportivos más emocionantes de este año. Hecho de manera artesanal en Alemania, de acuerdo a la compañía de origen alemán es el primer convertible que cuenta con una propulsión 100% eléctrica. Inspirado en roadsters británicos del siglo XX, es un coche tanto elegante como poderoso.
Hecho en casa
Se podría decir que el Weismann Project Thunderball tiene un motor Bespoke. Su propulsión viene de dos motores eléctricos montados al centro que entregan hasta 680 HP (500 kW). Entregando hasta 1100 Newton metros de torque, el vehículo promete una aceleración de 0-100 en 2.9 segundos.
Dos sistemas innovadores
El manejo de Weismann Project Thunderball fue otra de las prioridades para la marca alemana. El coche cuenta con un sistema de frenado regenerativo exclusivo que permite ajuste instantáneo con las paletas al volante. Son 5 los modos con los que cuenta el sistema para que el conductor cambie la intensidad con la que recarga la batería el sistema para ser económico al manejo a pesar de llevarlo al límite.
Personalizable y artesanal
Tal como el resto de sus vehículos, el interior de Weismann Project Thunderball es hecho a mano. Se realiza en una fábrica de alta tecnología en Dülmen, Alemania. Los trabajadores más experimentados en piel se encargan de realizar los asientos de altísima calidad. Asimismo, como los vehículos antiguos, cuenta con insertos reales de madera hechos a mano.
Cada vehículo contará con la opción de personalizarse. El cliente podrá seleccionar entre múltiples opciones que son tan vastas que podría decirse que cada ejemplar es único en el mundo. ¿Y la mejor noticia? Ya se puede apartar desde su sitio web. Weismann continúa creciendo y podría convertirse a futuro en un jugador serio en el sector convertible y coupé eléctrico europeo.