La evolución más importante del nuevo Yaris es su desarrollo sobre la plataforma global de Toyota (TNGA), que permite la incorporación de nuevas tecnologías en cuanto a soluciones mecánicas y equipamientos de seguridad avanzados.
Su carrocería se mantiene por sus dimensiones en el segmento B o compacto. Y respecto al anterior, es un poco más corto (cinco milímetros), más ancho (50 milímetros) y más bajo (40 milímetros). Y también ha aumentado su distancia entre ejes en otros 50 milímetros, lo que ha permitido ganar algo de espacio en el interior.
Al volante de las primeras unidades de preserie, la sensación ha cambiado notablemente respecto al anterior modelo. La altura del asiento se ha reducido y el volante está más vertical, consiguiendo una posición natural y cómoda para conducir. Detrás, los pasajeros notan una mayor amplitud sobre todo al nivel de los codos, ya que, a lo largo, las rodillas no han ganado espacio. Y la altura del techo queda algo justa para estaturas a partir de 1,80 metros. En cuanto al maletero, su capacidad no ha variado y se mantiene en 285 litros y separado en dos niveles con un cajón inferior independiente.
Después de un trayecto de pruebas por ciudad, carreteras comarcales, de montaña y autopista, la conclusión es que el Yaris no solo ha ganado en precisión de manejo y sensaciones de conducción, sino que también es más estable tanto en recta como en curva y mejora la comodidad de marcha gracias a un trabajo más eficaz de la suspensión. Sin embargo, sobre asfaltos irregulares la amortiguación posterior resulta en ocasiones algo seca, estropeando un poco la sensación general.
El Yaris sólo se venderá con mecánica híbrida.
Nuevo motor
En cuanto a la aportación eléctrica al sistema híbrido, el Yaris se apoya en dos pequeños motores-generadores eléctricos que rinden conjuntamente 79 CV. Ambos se alimentan de una batería (que a la vez recargan) que ahora es más pequeña y de ion-litio (antes era de níquel- metal) y que también ha aligerado su peso un 27 % (20 kilos). Toyota anuncia que la potencia total sube hasta 116 CV (antes 100). La aceleración de 0 a 100 km/h es de 10,2 segundos (antes 11,8), mientras que las emisiones de CO2 han bajado un 20%, hasta los 86 gramos (WLTP).
3,8 litros a los 100
El tercer elemento mecánico del Toyota Yaris híbrido, su cambio automático de variador continuo, ha sido profundamente revisado para suavizar su funcionamiento y hacer que las respuestas sean más naturales, evitando las estridentes subidas de revoluciones que se producen al acelerar.
Lo cierto es que en esta toma de contacto el nuevo sistema híbrido se reveló más suave de funcionamiento, aportando una conducción más relajada, ponderada y agradable. Aunque, teniendo en cuenta que las unidades de pruebas eran coches de preproducción, la sonoridad del motor térmico resultó en ocasiones algo elevada y la respuesta del motor presenta en ocasiones un leve retardo. Puntos a revisar en un modelo que, en esta nueva generación, da un salto cualitativo para poder ampliar su radio de acción fuera de las ciudades.
Otro punto en el que ha progresado notablemente el Yaris es en seguridad. Es el primero en su clase en equipar de serie un airbag central de cortina; en cuanto a elementos activos, dispone de control de crucero adaptativo (que funciona a cualquier velocidad) y sistema de mantenimiento de carril.
El interior del nuevo Yaris.
Su equipamiento una impresionante lista de dispositivos: frenada de emergencia, detección de peatones o ciclistas (que también funciona cuando se aproximen a la vía desde las aceras), detección de aproximación de vehículos en los cruces, lectura de señales, mantenimiento de carril y freno automático de marcha atrás por si se aproxima un vehículo o peatón o existe algún obstáculo poco visible.
El nuevo Toyota Yaris ya ha iniciado su producción en la planta francesa de Valenciennes y llegará a España en junio, aunque la marca todavía no ha comunicado sus precios.