Las dos furgonetas tienen la misma base, pero cada una apuesta por seducir a un tipo de cliente.
- Ficha técnica del Renault Kangoo 1.5 Blue dCi 95 CV Techno
- Ficha técnica del Mercedes Clase T 180d 116 CV Progressive
- Interiores: grandes en todos los sentidos
- Dinámica más que satisfactoria
- Precio y equipamiento
- Valoración
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Mucho se está debatiendo últimamente de que los todocaminos han alcanzado su punto álgido de ventas. Incluso hay corrientes, como la del director de diseño de Nissan, que habla abiertamente de la vuelta del monovolumen. Esté en lo cierto o no, el mercado ofrece opciones a los SUV como los Renault Kangoo y Mercedes Clase T. Dos vehículos que plantan cara a los todocaminos, como también lo hacen los Citroën Berlingo y Ford Tourneo, entre otros, por ofrecer a los clientes economía de uso, practicidad y espacio. Sin olvidar otro aspecto fundamental que las hace más atractivas aún: la camperización. Pero este ‘melón’ lo dejamos para otro momento. Vamos a enfrentar y analizar ambos vehículos desde los puntos de vista más comunes: funcionalidad, comportamiento, equipamiento y precio. Empecemos.
Mercedes – RenaultCar and Driver
Estas Kangoo y Clase T han sido desarrolladas a la vez gracias al acuerdo de colaboración que existe entre la alianza Renault-Nissan y Mercedes-Benz. De hecho, existe un tercer hermano, el Nissan Townstar, que hemos descartado de enfrentar en esta prueba debido al gran parecido con la Kangoo. A nivel de chasis son calcados y cuentan casi con los mismos motores y cajas de cambios. Únicamente se ofrecen con cinco plazas y con puertas laterales correderas. Se comercializan con propulsores gasolina y diésel, todas ellas con etiqueta C. De momento, no hay previstas variantes ECO, sí eléctricas, como las respectivas Kangoo Combi E-Tech y EQT.
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Ficha técnica del Renault Kangoo 1.5 Blue dCi 95 CV Techno
Ficha técnica del Mercedes Clase T 180d 116 CV Progressive
Interiores: grandes en todos los sentidos
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En el caso del Clase T, es el Mercedes más asequible de toda la actual gama. Y eso se refleja en los materiales usados. No esperes grandes lujos ni terminaciones de primera a pesar de que está mejor cuidada que la Renault. El salpicadero es la parte que mejor refleja este salto entre los dos. A pesar de que los plásticos no son como los de un Clase A, sí es cierto que tienen un recubrimiento especial y la presentación, en general, recuerda al de otros modelos de la casa de la estrella, lo que ayuda a crear esa sensación premium que no es real.
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En habitabilidad y espacio de maletero coinciden. Delante, conductor y acompañante se encuentran bien separados y detrás, los tres asientos disponibles, son del mismo tamaño. La banqueta no es deslizable. Las puertas del maletero son grandes y si aparcas de culo a la pared, tendrás que sacar las cosas antes o asegurarte que hay espacio suficiente para abrirlas.
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Dinámica más que satisfactoria
Tanto Kangoo como Clase T son furgonetas, y eso se nota en detalles como, por ejemplo, un mayor ruido en el habitáculo que en una berlina tradicional (a pesar de que Renault dice que las ventanillas son un 11% más gruesas), y un puesto de mandos ligeramente sobreelevado. Tampoco tienen el nivel de terminación relativamente alto de cualquier todocamino, como es lógico, porque no dejan de ser derivados de comerciales. Pero, aun así, cumplen sobradamente como primer coche de casa. Y decimos esto porque se manejan bien y son muy cómodos en el día a día, con unos asientos confortables en los que echamos de menos, en los dos casos, algo más de agarre lateral. Lógicamente, encontramos diferencias en cuanto a rendimiento dado que cada uno cuenta con una mecánica.
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En el caso del Mercedes, esta motorización carece de programa Eco como tal. La única herramienta de ayuda para reducir el consumo de combustible recae en la navegación a vela de la propia caja automática, que la activa cuando detecta que levantamos el pie del acelerador por encima de 50 por hora. Y es de gran ayuda, pues nos permite aprovechar y muy bien la inercia. Como es lógico, tener 26 caballos más y la propia caja, que añade algún kilo extra de peso, hacen que el Clase T gaste algo más. Nuestra media obtenida ha sido de 5,5 litros a los 100.
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En términos de potencia, recomendamos optar siempre por la motorización diésel de 116 caballos debido al mayor empuje, y eso que sus prestaciones son muy discretas para esa potencia. Pero la mecánica de 95 caballos se muestra muy corta de prestaciones, aunque convence si no vas a viajar muy cargado.
Precio y equipamiento
En el caso de la versión probada de la Mercedes Clase T, la 180 d Progressive, su precio de tarifa asciende a 37.243,80 euros. Es de recibo especificar que esta terminación Progressive supone 3.550 euros y realza el lado más deportivo de la furgoneta, sólo en el aspecto visual. Aun así, ese importe se puede ampliar en caso de añadir los espejos retrovisores exteriores eléctricos –296 euros–, el paquete de navegación MBUX –834 euros– y el paquete técnico –829 euros–, con la apertura y cierre del coche según nos acercamos/alejamos y la base de carga inalámbrica para teléfonos, entre otros. También es de recibo decir que la Clase T 180 d manual se vende a partir de 31.343 euros, si bien el modelo más básico, la 160 gasolina de 102 caballos manual, está a partir de 28.800 euros.
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Valoración
A favor del Renault Kangoo: Capacidad interior. Consumo de combustible contenido. Diseño bonito. Huecos portaobjetos.
En contra del Renault Kangoo: Pantalla multimedia pequeña y sistema lento. Cámara de marcha atrás Falta de bajos para el motor dCi de 90 caballos.
A favor del Mercedes Clase T: Estética. Diferenciación en cuanto a calidad frente al Renault. Agrado de uso. Capacidad interior.
En contra del Mercedes Clase T: Precio de venta elevado. Pantalla del equipo multimedia. Sin levas en el volante.