La temporada llega a su fin en Laguna Seca, donde Will Power busca su segundo título ante cuatro oponentes. Scott Dixon, en busca del histórico heptacampeonato, y Josef Newgarden amenazan con frenarle. Colton Herta, el gran favorito ante su posible despedida, y Álex Palou quiere cerrar su etapa en Ganassi con victoria.
La intensa temporada 2022 de IndyCar, que ha tenido casi tanta actividad fuera de la pista como dentro de la misma, llegará a su fin este fin de semana. Tres años después, el Gran Premio de Monterey recupera su puesto como última parada para pilotos y equipos, y albergará en esta ocasión la pelea por el campeonato más ceñida desde 2017, con cinco pilotos en liza y el top 3 más apretado en 13 años. Será también la sexta vez en la historia que tantos competidores llegan a la última carrera con opciones de título, y la primera sin influencia de los dobles puntos desde 2003.
Todo se decidirá en un clásico de las carreras americanas como Laguna Seca, cuyos 3.602 metros esconden trampas casi en cada curva. Su mezcla de curvas rápidas, cortas rectas, secciones lentas e impactantes cambios de elevación, liderados por un Sacacorchos conocido en todo el mundo, se ven magnificados por una superficie que, a falta de un inminente reasfaltado, ofrece muy poco agarre, y en la que las oportunidades para ganar posiciones abundan en comparación a otras épocas.
Construido en 1957 en apenas dos meses para reemplazar las carreras en vías públicas de Pebble Beach, el circuito californiano se diseñó sobre un terreno adquirido al ejército estadounidense. Se diseñó alrededor del lecho de un antiguo lago, que dio nombre primero a un conocido rancho que databa de la época en la que el condado de Monterey era parte de México, y del cual se cogió el nombre para el recinto. Cuando el encargado de la construcción llegó a la cima de la colina y se fue a comer, instruyó que se siguiera hacia abajo como buenamente se pudiera, creando así el Sacacorchos.
Aquello cambió la naturaleza de un rapidísimo trazado a uno mucho más técnico, en el que adelantar era bastante más complicado. La versión antigua había sido el coto de caza de Bobby Rahal con cuatro triunfos consecutivos, pero nadie logró domar la nueva tanto como Bryan Herta, un perenne aspirante fallido a victorias que se crecía en este trazado. Encadenó cinco primeras líneas consecutivas (tres poles) y ganó dos veces, que bien podrían haber sido tres si la primera hubiese llegado en 1996. Alex Zanardi tenía otros planes, y su famoso ‘The Pass’ en el Sacacorchos en la última vuelta pasó a los anales de la historia.
El líder Will Power, segundo en esta cita en 2019, abandera la pelea con una ventaja de 20 puntos que le permite ser campeón con un podio sin preocuparse de sus rivales. Los dos más cercanos, ambos a 20 puntos, tienen sólidos incentivos para plantar batalla: Scott Dixon siempre ha rendido bien en esta pista (4º en 2001, 6º en 2002, 3º en 2019) y tiene el aliciente de un histórico séptimo título, mientras que Josef Newgarden aspira a ser el primer tricampeón americano de una IndyCar mixta desde que Bobby Rahal lo lograse en esta misma pista hace 30 años. Más alejados en la tabla se encuentran Marcus Ericsson y el renovado Scott McLaughlin, que dependen de un día problemático de Power para reavivar sus opciones.
Además de la potencial salida de Colton Herta, otro gran nombre también afronta esta carrera sin la absoluta certeza de saber si será la última con su actual equipo. Ya sin opciones a revalidar su título y en circunstancias muy distintas, Álex Palou se enfrenta a su más que probable despedida de Chip Ganassi Racing, a falta de que se resuelva el contencioso judicial que frena sus intenciones de pilotar para McLaren SP. Su segundo puesto en Laguna Seca el año pasado fue clave para su campeonato, y este año buscará mejorarlo para evitar ser el primer piloto desde Dixon en 2004 que termina su defensa de campeonato sin victorias.
Sesiones y horarios del Gran Premio de Monterey 2022
EMISIÓN DE LA CARRERA EN Movistar+ Deportes (España)
Fotos: IndyCar Media