Los deportivos japoneses son vehículos únicos, modelos que rara ves tienen cifras de alarido, pero que tras el volante se convierten en autos que se disfrutan al máximo en cada viaje, ya sea al trabajo o retando una carretera de montaña.
Y Acura tiene en el Integra uno de esos ejemplares únicos, pues además de la pasión japonesa por la deportividad, también cuenta con el máximo lujo de Acura, no sólo en las tapicerías y los acabados, sino también en el equipamiento.
A ello, se le une un motor de cuatro cilindros 2.0L turbocargado que entrega 315 caballos de fuerza y 310 libras-pie de torque, gestionado desde una transmisión manual de seis cambios, que lleva el poder al eje delantero. También monta un diferencial de desplazamiento limitado, para mejorar la tracción en condiciones de manejo deportivo.
Lo mejor, no hay que pagar una fortuna para tener un auto que será sin duda un deportivo codiciado en el futuro. Por eso es uno de nuestros autos recomendados.