Corría el inicio del milenio cuando Nokia reinaba en la telefonía móvil. Hasta la llegada del iPhone en 2007, la firma finlandesa mandaba en ese segmento y uno de sus modelos, el 3310 ‘llamaba’ la atención por ser duro y práctico. Pues bien, este modelo se ha ‘disfrazado’ para que los amigos de lo ajeno puedan hacer su agosto robando coches en Estados Unidos.
El modus operandi de los ladrones pasaba por usar el teléfono de Nokia (que en el mercado de segunda mano está alcanzando precios entre 2.500 y 18.000 euros), que conectado al puerto USB les permite controlarlo, incluso para arrancar el motor.
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Este fenómeno ocurre desde hace meses, pero no fue hasta la publicación de un vídeo al respecto en el canal de YouTube ‘Motherboard’ que se encendieron las alarmas. En el documento, de apenas 28 segundos de duración, se muestra lo fácil que es arrancar un coche con la ayuda de este dispositivo.
En realidad, el Nokia 3310 no es otra cosa que la carcasa, es una tapadera. Los delincuentes utilizan dispositivos diminutos que suelen ocultar en estos aparatos para interactuar con el sistema de control del vehículo. El ‘disfraz’ del llamado ‘indestructible’ es, pues, el que se ha se ha hecho más popular, pero también los hay con forma de altavoz bluetooth o de otros modelos de móviles.
El ejemplo de que se inserta un hardware especial lo tenemos en el anuncio que se titula “JBL Unlock + Start”. Este anuncio vende un altavoz bluetooth de la firma JBL que cumple la misma función que el Nokia 3310. En teoría, ninguna marca de coches se salva y los consumidores no pueden hacer nada para evitar el robo.
Estos dispositivos ocultan otros en su interior, al estilo del Flipper Zero, el conocido ‘Tamagotchi’ para hackers. De momento, no hay tecnología para evitar estos robos, con lo que los fabricantes deberán ponerse manos a la obra para ponérselo más difícil a los cacos.