Estados Unidos se puede considerar el país de las pick-up. Es un segmento que históricamente ha triunfado y que lo sigue haciendo. Dentro de esa familia siempre ha destacado la serie F de Ford, pero nunca el Ford Bronco, que se encuadraba en otro segmento. Excepto en un caso, el prototipo que te mostramos hoy. Hablamos del Ford Bronco Lobo, que debutó en el Salón del Automóvil de Chicago de 1981.
Este modelo cogió como base la del Ford Courier, que a su vez, fue la predecesora de la Ford Ranger, que llegaría a los mercados en 1983, pero el Lobo se quedó en la madriguera y no llegó a producirse. La nomenclatura original de este vehículo, y así lo especifica su etiqueta que hay debajo de la matrícula, es Montana Lobo, pero la firma del óvalo lo simplificó dejándolo en Bronco Lobo.
La mecánica de esta pick-up tenía fuerza y agresividad para aburrir porque bajo su capó había un motor V8 de 5.0 litros con un eje delantero Dana 44 que destacaba por su solidez. Igualmente, contaba con tubos de escape laterales y una barra antivuelco con luces auxiliares todoterreno.
Si buscas similitudes con un Bronco original, o vamos más allá, con un F-150, no vas a encontrar prácticamente ninguna porque ya se encargaron sus diseñadores de que fuera diferente, como puedes ver en las imágenes.
En su interior podemos observar que tiene dos filas de bancos escondidos dentro de los pilares de la cabina. En su parte frontal se observa un musculoso parachoques, un cabrestante reglamentario y, como no, neumáticos todoterreno. Contaba con unos faros delanteros que estaban escondidos bajo una rejilla protectora.