Al poco tiempo de coronarse como el mayor fabricante del mundo de automóviles (más de 11 millones de unidades en 2023), a Toyota se le aguó la fiesta con una nueva investigación por fraude en la certificación de sus motores diésel.
Funcionarios de la autoridad de transporte japonesa se presentaron el martes en una planta de Toyota después de que la empresa admitiera haber hecho trampas en las pruebas de motores.
En un comunicado publicado el lunes, la empresa explicó que la consecuencia es que los “valores parecieran más suaves y con menos variación”. Sin embargo, al alterar las lecturas de potencia, también se podrían alterar de rebote los resultados de consumo y emisiones. Sin embargo, desde Toyota aseguran que esto no tiene ningún impacto en el rendimiento de los motores durante las pruebas de emisiones.
Los motores afectados se utilizan en 10 modelos de vehículos vendidos en todo el mundo, entre ellos la furgoneta Hiace y el todoterreno Land Cruiser. Sin embargo, el fabricante asegura que las versiones producidas en serie de los motores afectados cumplen con las normas, aunque suspenderá los envíos de los 10 modelos en cuestión.
De la Hilux al Land Cruiser, hay hasta 10 modelos afectados
El problema salió a la luz después de que Toyota encargara a un comité de investigación independiente que estudiara las irregularidades con carretillas elevadoras y equipos de construcción fabricados por el grupo, pero finalmente se descubrió que afectaba a vehículos de la marca Toyota.
Entre los modelos afectados, el Toyota Land Cruiser 150, conocido como Prado en algunos mercados, la pick-up Hilux o el nuevo Land Cruiser 300 y su versión Lexus LX500d. En principio son versiones de estos modelos que no se venden en España. El nuevo Land Cruiser, que también se venderá en Europa, sin embargo no se ve afectado por este problema.
Akio Toyoda, presidente de Toyota.
Horas después de que comenzara la investigación en la planta de Toyota Industries Corp. en Hekinan, prefectura de Aichi, en el centro de Japón, el presidente de Toyota, Akio Toyoda, pidió disculpas con una profunda reverencia (protocolo habitual en Japón) y prometió sacar a la empresa del escándalo y garantizar que las empresas del grupo automovilístico japonés se ciñan a “fabricar buenos coches”.
“Mi trabajo consiste en marcar el camino que debe seguir todo el grupo”, declaró Toyoda.
Nos hemos puesto en contacto con Toyota España para saber qué modelos podrían verse afectados en nuestro mercado o si algunos modelos van a dejar de llegar a España a raíz de esta situación. De momento, sin respuesta.
