Desde que en 2014 el Lamborghini Huracán se lanzó al mercado, para sustituir al legendario Gallardo, ha sido el objeto de deseo de infinidad de conductores por todo el mundo. Según afirmó la casa italiana durante su presentación, se establecía un nuevo estándar de deportividad y lujo en el segmento de los modelos de alto rendimiento.
El Lamborghini Huracán monta un motor V10 aspirado en posición central. Cubica cinco litros y entrega una potencia de 610 CV a las cuatro ruedas, gracias a su transmisión integral. La velocidad máxima se sitúa por encima de los 325 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 3,2 segundos. Su precio se sitúa entre los 250.000 euros y los 300.000 euros, dependiendo del acabado.
Deudas con el Estado
Desde hace un par de días, un Lamborghini Huracán de color azul turquesa atrae las miradas de todos los que pasan por el distrito financiero de la capital. Muy cerca de la plaza de Cuzco, el vehículo llama la atención por su ostentoso color y porque tiene varios precintos de la Policía Municipal repartidos por su carrocería.
Qué maravilla 💚 pic.twitter.com/U4S04trJ3r
— Capitán Swing (@Capitan_Swing) February 20, 2024
Diferencias entre embargo y precinto
Según la empresa Carfax (el servicio web que suministra informes de historiales de vehículos a individuos y empresas), un coche embargado puede utilizarse a diario y, como consecuencia, debe cumplir con todos los requisitos legales para circular: debe tener seguro, la inspección técnica de vehículos (ITV) en vigor. También puede venderse o transferirse sin problemas.
Si la situación no se resuelve, se pasará a precintar el vehículo. Ni su propietario ni ninguna otra persona pueden circular con él. Es en este estadio cuando la deuda puede ejecutarse y el coche puede acabar siendo subastado.