Inaugurado en 1991 el entonces Circuit de Catalunya nació siendo una de las instalaciones deportivas más imponentes y modernas del momento en el mundo del motorsport. Pero los años pasan y, sobre todo, las formas de consumir el producto de las carreras se ha transformado completamente desde aquellos felices 90 al momento actual, donde solo mandan las entradas VIP, las terrazas de paddock y beber champán mientras pasan los coches por la pista.
Siguiendo las exigencias de la Fórmula 1 en la última renovación del contrato que asegura tener un gran premio en Montmeló hasta 2026, los responsables del circuito han tenido que acometer una avalancha de obras, que empezaron hace dos años, y que ahora se han intensificado, no solo por los compromisos citados, sino por el apremio que supone la descomunal competencia de tener un gran premio en Madrid firmado por diez años a partir, precisamente del 2026.
“Somos deportistas y, evidentemente, nos gusta la competencia, por lo que no se puede esconder que cuando compites tienes estímulos. Pero nosotros siempre hemos dicho que las obras que ahora estamos culminando empezaron mucho antes, hace más de dos años, y que fueron fruto de acuerdos alcanzados con la F1”, unos acuerdos en los que se exigía modernizar la instalación y ampliar las zonas para hospitalidad que, una vez finalizadas las obras y ya para el gran premio de ese año, alcanzará ocho espacios diferentes, con hasta 8.000 metros cuadrados en total y un aforo de hasta 8.000 personas.
Foto de: Circuit de Catalunya
50 millones de euros de inversión
Según los responsables del trazado “este plan de inversión de 50 millones de euros hasta el 2026 pretende modernizar y adaptar el Circuit a las nuevas necesidades, promoviendo un modelo más sostenible, innovador, industrial y digital con el objetivo de convertir el Circuit de Barcelona-Catalunya en una infraestructura clave para la industria del país”, no solo a nivel de albergar deportes del motor, sino todo tipo de eventos.
Las obras que se acometen son la culminación del nuevo edificio en el pit lane con una segunda planta y terraza con sombras. Una nueva tribuna VIP con unas mil localidades, de las cuales la mitad se pondrán a la venta para público en general. La remodelación integral de la Torre de Control, con nuevos espacios y terrazas, además de un ascensor panorámico. El traslado del restaurante del circuito desde la torre, donde ha estado desde el primer día, al paddock, con una enorme edificio a pie plano mucho más accesible a todo el mundo. También la remodelación integral del ático del edificio de boxes, cubriendo lo que eran terrazas y ampliando otras zonas para albergar miles de metros cuadrados de hospitalidad para público e invitados.
La estructura que sostendrá el nuevo edificio Rooftop del Circuit está ya muy avanzada
Foto de: Circuit de Barcelona
Un Rooftop cruzará la pista por encima
Pero, sin duda, la obra emblemática del Circuit de Barcelona será el nuevo Rooftop, un edificio asentado sobre una impresionante estructura metálica de 30 metros del altura que cruza el circuito por el aire a la altura de la curva 10 y que contará con dos plantas y conectará la zona del Estadio con el paddock.
Todas estas obras estarán en funcionamiento ya para el Gran Premio de Catalunya de MotoGP, que se celebra el fin de semana del 26 de mayo, a excepción del Rooftop, que estará ya acabado pero no en funcionamiento, y su estreno será el día antes del arranque del Gran Premio de España de Fórmula 1, el fin de semana del 23 de junio.
