Las energías renovables y el hidrógeno verde están abriendo nuevas posibilidades para la producción energética sin emisiones en lugares hasta ahora sin protagonismo en este aspecto. Un ejemplo es el proyecto que se está gestando en el pequeño estado africano de Yibuti, que se prepara para recibir una inversión que cambiará el país para siempre.
El proyecto aspira a contribuir a las aspiraciones del país africano de contar con suministros de energía más limpios y económicos para alimentar su producción local con energía de bajo coste, al mismo tiempo que se crean una importante cantidad de puestos de trabajo cualificados en su instalación, mantenimiento, y también generar ingresos para el estado en la exportación de energía libre de emisiones.
Además, con la producción de hidrógeno verde, la empresa indica que se logrará ofrecer un nuevo acceso de agua dulce a los habitantes de las comunidades locales, lo que permitirá favorecer el crecimiento de la agricultura, al mismo tiempo que el país se convierte en exportador neto de hidrógeno verde y sus derivados, como el amoníaco renovable.
Según Alex Hewitt, director ejecutivo de CWP Global: «La COP27 mostró que el impulso se está acumulando rápidamente en África para buscar energías renovables y combustibles ecológicos a gran escala. Tenemos la intención de utilizar nuestra experiencia en el desarrollo de una cartera PtW líder en los últimos cinco años para avanzar de manera rápida y colaborativa en el desarrollo de este proyecto en Yibuti, un país bendecido con recursos naturales excepcionales y una ubicación altamente estratégica«.
Unas características que han llamado la atención de otros inversores, como la australiana Fortescue Metal, que también ha llegado a un acuerdo con el país para la puesta en marcha de hasta dos instalaciones de producción de hidrógeno y amoníaco verde para la exportación.
Fuente | Esi-africa