Cuando los fabricantes de automóviles acuden a una determinada oficina de propiedad intelectual para patentar diferentes denominaciones pueden darse dos escenarios: por un lado, que la patente sea la primera piedra de un nuevo modelo de producción; por otro, que simplemente sirva para evitar que otras marcas utilicen una nomenclatura similar. No sabemos porqué camino se decantará Volkswagen, pero sus últimos tres registros llaman mucho la atención, especialmente uno de ellos: ID. Lobo.
El regreso eléctrico del Volkswagen Buggy
Las tres patentes (descubiertas por los colegas de Carbuzz) se presentaron el 7 de marzo de 2024 ante la Oficina Europea de Propiedad Intelectual (EUIPO), según las clasificaciones de Niza 12, 28, 35 y 37; los últimos tres se refieren a juguetes, venta minorista de vehículos de motor y edificios relacionados con el mantenimiento de vehículos, respectivamente, pero la clase 12 hace referencia específicamente a vehículos de motor, incluidos los eléctricos, lo que sugiere que podrían ser nombres de nuevos modelos.
Volkswagen ID. Buggy
El término ‘Lobo’ ha estado presente en la historia de Volkswagen de diferentes maneras y en épocas dispares. A finales del siglo XX se dio a conocer el ‘Lupo’, pequeño utilitario cuyo nombre se traduce por el del referido mamífero en italiano. También está el ‘Amarok’, el pick-up de tamaño medio vigente en su segunda generación y cuya denominación (según la mitología inuit) hace referencia a un lobo gigante. Pero la referencia que nos interesa realmente es aquella que englobaba a los buggies personalizados construidos sobre el chasis del Beetle en las décadas de los 60 y 70.
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Puede que sea una simple coincidencia o que estemos ante unos fuertes indicios de lo que está por venir. En cuanto a las otras dos patentes, ID. Core e ID. Run, son un poco más misteriosas ya que no tienen relevancia histórica para la marca alemana.
