El MAN de Juvanteny, Criado y Ballbé, primer vehículo de la historia del Dakar en competir alimentado con hidrógeno
El MAN del equipo KH-7 Epsilon es, desde ayer, el primer vehículo de la historia alimentado con hidrógeno que toma la salida en un Dakar. Sin embargo, el camino de todo pionero nunca es sencillo, y la experiencia de Jordi Juvanteny (piloto), José Luis Criado (copiloto) y Jordi Ballbé (navegante) constituye una nueva muestra de ello. Esta es su historia:
El proyecto del conjunto español echó a andar el pasado mes de marzo en una reunión previa con ASO (Amaury Sport Organisation), la organización del Dakar, que acogió la propuesta y la compartió con la FIA (Federación Internacional de Automovilismo). El ente federativo dio su aprobación, entendiendo que la propuesta era “realista y factible” de cara a competir en el rally más duro del mundo, que sigue trabajando con el objetivo de fomentar iniciativas similares para descarbonizar la carrera.
Ante esta dicotomía, los componentes del KH-7 Epsilon Team decidieron seguir adelante con sus planes iniciales y afrontar el Dakar 2023 con su MAN impulsado con una mezcla de hidrógeno y gasóleo. Sin embargo, este camino implica dos hándicaps especialmente notorios: el primero y más importante afecta a su clasificación, ya que, aunque compiten en la carrera real, reglada y con su propia clasificación diaria, se ven obligados a tomar la salida en todas las etapas 15 minutos después del último participante, sea cual sea su posición al final de cada día. Esta circunstancia convierte la edición 2023 en el reto más importante de la historia del equipo, ya que deberá completar el recorrido diario en las peores condiciones posibles, con un firme seriamente dañado por el paso de todos los vehículos de la caravana y navegar muchas más horas de noche, ante su tardía arrancada jornada tras jornada. Además, este nuevo planning diario alterará la programación de su asistencia, que deberá reorganizar al completo su dinámica en la prueba.
A esta limitación se une otro aspecto que choca frontalmente, por indicación reglamentaria, con una de las señas de identidad del KH-7 Epsilon: su condición de ‘Ángeles de la guarda del Dakar’. El equipo siempre ha sido muy valorado por los otros participantes por su disponibilidad y altruista ayuda en toda clase de circunstancias, lo que cambiará radicalmente este 2023, ya que, al pertenecer a una categoría ajena a las reguladas por la FIA, no podrán auxiliar a ninguno de sus rivales de las divisiones oficiales. Cualquier tripulación de la carrera, pues, corre el riesgo de ser excluida en caso de recurrir a la mano amiga de los componentes del KH-7 Epsilon Team, si no se produce ningún cambio en este apartado por parte de la FIA.
Toda esta relación de circunstancias no ciegan el entusiasmo de Jordi Juvanteny, José Luis Criado y Jordi Ballbé ante el Dakar 2023, como detalla el piloto del KH-7 Epsilon Team: “Nuestro equipo ha sido el único en cumplir, ya en 2023, con parte de los objetivos del programa Dakar Future, que trabaja en la descarbonización futura de la competición a partir del uso de combustibles como el hidrógeno. Confiábamos que otras formaciones hubiesen llegado este año, pero no ha sido posible. En todo caso, y a pesar de las severas limitaciones de este nuevo escenario, nos centraremos en el desarrollo de esta nueva tecnología siguiendo los objetivos previstos. Los resultados que obtengamos serán de gran ayuda para comparar el rendimiento de nuestro MAN contra otros modelos similares alimentados por combustibles tradicionales. La experiencia también servirá a otros equipos y a la propia organización de cara a animar a más rivales de cara a competir en el futuro utilizando soluciones tecnológicas más respetuosas con el medio ambiente”.