La prueba del nuevo BMW X6 M50i nos hace pensar: parece que fue ayer cuando nos sorprendimos con la llegada por primera vez del ‘mastodóntico’ BMW X6 y ya estamos conduciendo la tercera generación, que además ha crecido de tamaño. Si pensabas que BMW no podía ir más allá con este todocamino de grandes dimensiones, te equivocabas.
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Y sí, su imagen es ahora mucho más atrevida -de hecho, su parrilla frontal puede ir iluminada de manera opcional para darle más personalidad-, más aún si hablamos del X6 M50i equipado con elementos M Performance, que es la versión que he tenido ocasión de conducir por las carreteras del sur de Múnich. En ellas he podido comprobar cómo se las apaña para dar lo mejor de si con casi dos toneladas y media de peso.
BMW X6 M50i a prueba: ¿está realmente en forma?
El peso del BMW X6 M50i no debe asustarte demasiado. Lleva el corazón de un atleta y eso le permite mover con agilidad toda esa musculatura; y es que bajo su capó late un motor V8 con tecnología TwinPower Turbo que es capaz de ofrecer 530 CV y 750 Nm entre las 1.800 y 4.600 rpm, asociado a un cambio automático Steptronic de ocho velocidades con levas en el volante que te permite una gestión ideal de todo ese poderío.
Mientras, el rugido de los ocho cilindros procedente del escape M Sport -que en modo Sport y Sport Plus de vez en cuando te sorprende con algún petardeo- invade el habitáculo para deleite de todos los pasajeros; tus acompañantes viajarán, por cierto, rodeados en un aura de lujo, confort y materiales de elevada calidad. De serie, el habitáculo incorpora cuero Vernasca pero también está disponible como opción el cuero Merino de BMW Individual, inserciones de fibra de carbono en el salpicadero y de cristal en los controles y en el pomo de la palanca de cambio, techo panorámico SkyLounge y sistema de audio Bowers & Wilkins Diamond+ 3D, entre otros.
Por tanto, mientras los acompañantes se relajan -puedes además ofrecerles bebidas calientes o frías gracias a los posavasos termoeléctricos frontales- el conductor podrá seguir disfrutando del dinamismo de este SAC (Sports Activity Coupe) que, a pesar de sus dimensiones, es capaz de ofrecer sensaciones firmes incluso en zonas retorcidas, lo que permite llevar a cabo una conducción más dinámica sin desconfianza.
Esto es posible gracias a la actuación de la tracción integral xDrive, al bloqueo del diferencial trasero M, también de serie en este modelo, y a la suspensión adaptativa M con Dirección Activa Integral, que en combinación optimizan el comportamiento del vehículo incluso en las curvas más cerradas, donde se esperaría algún tipo de titubeo con un SUV de semejante envergadura.
Pero la variante más deportiva (hasta la fecha) del nuevo BMW X6 es capaz de solventarlo sin sobresaltos. Quizá lo malo sea que tanta agilidad invita a pisar con alegría el acelerador, y lo pagarás con un consumo elevado que, durante la prueba, nos costó cifras cercanas a los 16 litros/100 km.
Conclusión prueba BMW X6 M50i
En la prueba del BMW X6 M50i puede comprobar que a pesar de su intimidante aspecto, no es un SUV extremo, aunque sí endiabladamente rápido y estable, y permite viajar en cualquier situación sin resentimientos ni preocupaciones. Precisamente, esta es la misma sensación que obtuve con el BMW M340i xDrive: estas versiones afinadas sirven como antesala a los protagonistas indiscutibles de BMW M y pretenden ser una versión más lógica para aquellos que busquen el equilibrio. Son lujosos, dinámicos (en su justa medida) y versátiles.
El precio del BMW X6 M50i arranca en 115.500 euros, así que tendrás que tener muy clara tu economía y cuánto te gusta su concepto para hacer ese desembolso. Es un coche demandante: ¡no olvides que la sed del V8 hay que calmarla!
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