La Fórmula 1 atraviesa un momento muy efervescente en lo que se refiere al mercado de ingenieros: el reglamento de 2026 agita especialmente el mundo del motor por la introducción de las nuevas unidades de potencia que deberán producir a partes iguales entre el endotérmico de 6 cilindros y el híbrido eléctrico.
Si Ferrari parece poco atractiva para atraer técnicos de otras escuderías, pero Fred Vasseur ha admitido que ha cerrado para 2025 con un ingeniero de alto nivel que no quiere desvelar (y no sería Pierre Waché, director técnico de Red Bull que permanece en Milton Keynes), no se puede decir lo mismo de los ingenieros del Cavallino que están recibiendo interesantes ofertas para ir a Gran Bretaña.
Emanuele Guidotti, especialista en turbos y simulación, dejó Maranello después de casi nueve años, para aceptar la oferta que recibió de Hywel Thomas a instancias del italiano Lorenzo Sassi. Ha completado su periodo de espera y lleva cerca de un mes reponiendo la colonia italiana bajo la bandera de la Estrella.
Por su parte, Angelo Rosetti, del que también se rumoreó su marcha a Mercedes, se disputaba el puesto entre dos fabricantes y finalmente aterrizaría en Milton Keynes, convirtiéndose en refuerzo de Red Bull Powertrains. El ingeniero de Formigine, especialista en dinámica de fluidos y combustión, deja la delicada área de R&D, después de haber estado casi doce años en Maranello, y aceptaría el sustancial aumento que RBP pone sobre la mesa.
Max Verstappen, Red Bull Racing RB19
Photo by: Alessio Morgese
El italiano puede aportar la experiencia adquirida en la última generación de motores Ferrari en la cámara de combustión y su contribución podría ser inestimable, dado que el nacimiento de la nueva unidad de potencia parece tener aprensivos a Christian Horner y Max Verstappen.
La intención sería volver a dar más valor al motor de combustión interna, reduciendo el tamaño de la parte eléctrica y volviendo, por tanto, a valores más afines a los actuales, para superar esas dificultades de diseño que están surgiendo y que están poniendo en aprietos a quienes, como Red Bull Powertrains y Audi, no tienen una cultura de unidades de potencia tan propulsoras como las de la F1.