Tesla Model 3
El éxito de este tipo de vehículos en Noruega contrasta con la extendida creencia de que los coches eléctricos tienen un peor rendimiento en climas fríos que los modelos con motor de combustión interna. Un mito que acaba de ser desmentido por la empresa de asistencia en carretera Viking, que ha revelado que en realidad resultan menos problemáticos en estas condiciones.
Durante el mes de enero, Viking prestó servicio a unos 38.000 automovilistas, de los cuales 8.795 conducían un eléctrico; es decir, un 23%. Recordemos que actualmente los eléctricos suponen el 24% de los coches en circulación por las carreteras noruegas, por lo que este porcentaje resulta completamente normal.
Volkswagen e-up! y Renault ZOE
Los coches eléctricos dominan por completo el mercado noruego
Como bien explicaba hace unos días mi compañero Adrián, el principal problema al que se enfrentan los coches eléctricos en climas fríos es que las reacciones químicas de la batería se ralentizan, lo que se traduce en una pérdida de autonomía. Además, el gasto energético derivado del uso de la calefacción se dispara.
De los dos tipos de baterías mayoritarios, las LFP (litio-ferrofosfato) son más sensibles al frío que las NCM (níquel, cobalto, manganeso). Esto podría cambiar en los próximos años con la popularización de las baterías de sodio, ya que ofrecen un rendimiento muy superior en temperaturas extremas; por ejemplo, el nuevo JAC Yiwei EV equipado con unas baterías de sodio de origen HiNa retiene el 92% de su capacidad a -20º C.
Fuente | Elbil24