Hace unos días veíamos como Reuters lanzaba una noticia donde se indicaba que Tesla había cancelado su proyecto para lanzar un coche eléctrico más económico. Una propuesta de 25.000 dólares que se colocaría por debajo del Model 3. El propio Elon Musk salió a las redes sociales a desmentir esto indicando que Reuter mentía. Pero nuevas informaciones traen preocupantes novedades al respecto.
Estas fuentes internas alegan que Elon Musk había indicado a los trabajadores de la fábrica de Texas que la ampliación para el nuevo modelo económico se retrasaría, y se daría prioridad a la ampliación que acogerá el centro de datos para el proyecto del taxi autónomo. El Robotaxi.
Un nuevo modelo económico que ha sido identificado de forma interna como NV9, que debería llegar en 2025 al mercado. Pero parece que los planes de Elon Musk son diferentes, ya que mucha de la gente involucrada en el desarrollo de las líneas de producción de este han sido despedidas recientemente.
Unas decisiones que se acompañan por la reciente ronda de despidos, que ha supuesto el prescindir del 10% de la fuerza laboral global, pero que llega a un 20% en la planta de Texas, y un 50% del equipo encargado del control de calidad, que se produce después de un mal trimestre donde las ventas no han alcanzado sus objetivos.
Opinión
Una presión que una propuesta de precio más reducido podría ayudarles a contrarrestar, pero que como vemos, no será una prioridad en un fabricante cuya dirección parece que ha perdido algo la visión que les ha caracterizado en un primer momento: «Acelerar la transición hacia formas de movilidad más sostenibles«.
En su lugar, Musk se ha lanzado a la cuestionada compra de Twitter, a un posicionamiento en el ala más liberal en lo político, el lanzamiento de productos absurdos, como la Cybertruck, que chocan con el lema anterior de acelerar la transición a la movilidad eléctrica, en una Tesla que parece caminar lenta pero inexorablemente hacia su irrelevancia en imagen, por culpa de la posición y cada vez peor imagen de Elon Musk, pero también en cuanto a ventas, algo que suele venir acompañando a lo anterior antes o después.
De momento las acciones marcan una tendencia muy negativa, con una caída del 35% en lo que llevamos de año, y sin vistas de terminar de hundirse, principalmente después de una ronda de despidos que se ha llevado por delante a figuras clave en el entramado de imagen de la propia Tesla en las redes sociales.