Muchos frío o mucho calor, son grandes enemigos de los coches eléctricos y hoy te explicamos como afecta el calor
Se ha revelado que tanto el frío extremo como el calor intenso pueden ser igualmente perjudiciales para los vehículos eléctricos, afectando significativamente su autonomía. Un estudio de Recurrent, una firma de análisis con sede en Seattle, Estados Unidos, ha proporcionado luz sobre cómo las altas temperaturas pueden impactar en los coches eléctricos de manera similar al frío, reduciendo su autonomía en un notable 31%. Esto implica una pérdida de 31 kilómetros por cada 100 kilómetros de autonomía certificada, especialmente en temperaturas superiores a los 38 grados, condiciones que no son ajenas en varias regiones, incluidas partes de España.
Greg Less, del Laboratorio de Baterías de la Universidad de Michigan, explica que el descenso en la autonomía se debe a la composición química de las baterías. Cuando las temperaturas superan los 40 grados, se produce un deterioro en la capa de emisión pasiva del ánodo, lo que conlleva al consumo del electrolito líquido y, en consecuencia, a una reducción de la vida útil de la batería.
Recurrent planea publicar una revisión más exhaustiva de sus hallazgos después del verano, con el objetivo de ofrecer una perspectiva más completa sobre el impacto del calor extremo en los vehículos eléctricos.
Tanto fabricantes de automoción como fabricantes de baterías trabajan actualmente en buscar soluciones para que el impacto de las temperaturas extremas afecten lo menos posible al rendimiento del vehículo.
