Alvaro Bautista, Ducati, Test de Misano
El líder destacado del Mundial de SBK, el español de Ducati Alvaro Bautista, consolidó el pasado fin de semana su dominio en la categoría de las motos derivadas de serie el lograr la victoria en la segunda carrera del domingo, combinado con la caída de su principal rival y perseguidor en la general, el turco Toprak Razgatlioglu.
Defensor del título conseguido el año pasado y con el actual campeonato bastante encarrilado, Bautista tiene como objetivo este año tomar parte en un gran premio de MotoGP como invitado de Ducati. Las negociaciones siguen su curso y tras hacer un primer test de dos jornadas el 20 y 21 de junio en este mismo circuito, el talaverano se ha vuelto a subir este martes a la Desmosedici para una nueva tanda de vueltas en la pista de la Riviera de Rimini.
A diferencia del anterior test, que fue anunciado y publicitado por el fabricante italiano, esta vez el regreso a pista de Bautista se ha mantenido en un tono mucho más discreto y ha sido el equipo de SBK quien lo ha difundido por sus redes sociales una vez el piloto ya estaba en pista.
Wildcard como objetivo
Bautista logró arrancar a Ducati la promesa de hacer un wildcard en MotoGP tras conseguir el título el pasado año. Sin embargo, las negociaciones para llevar a cabo ese compromiso adquirido por el fabricante de Bolonia no están resultado sencillas, sobre todo por la disparidad en la preferencia del escenario a llevarse a cabo.
El piloto ha pedido concretamente tomar parte en el Gran Premio de Malasia, que se celebra del 10 al 12 de noviembre en Sepang, un circuito que le encanta y en el que considera que puede ser más competitivo al manillar de la Desmosedici.
Sin embargo, llevar dos motos, todo el material y un equipo para brindar apoyo hasta Malasia tiene un coste económico importante y no está claro quién debe asumirlo, si la división deportiva de la marca, o el departamento de marketing, una discusión que sigue abierta.
Desde Bolonia han ofrecido a Bautista la alternativa de disputar el Gran Premio de Valencia, el último de la temporada, carrera de casa para el piloto y, seguramente, a la que se llegarías ya con todo decidido y sin que existiera tensión competitiva para el equipo italiano, además de a un coste mucho más asequible.
Sin embargo, el de Cheste no es, ni mucho menos, un circuito que históricamente le haya ido bien al chico de Talavera, que tratará de apurar sus opciones hasta el final para que sea Sepang el escenario de su regreso a la clase reina.
