El consejero delegado de Nissan, Makoto Uchida, observa a su homólogo en Renault, Luca De Meo, este lunes.
Tanto Nissan como Mitsubishi también participarán en Horse, otra empresa que Renault ha pactado hacer con la china Gely para concentrar su negocio de motores de combustión y vehículos híbridos y cuya sede estará en Madrid.
La gran incógnita es cuánto dinero está dispuesta a invertir Nissan en esa nueva filial, de la que el consejero delegado de Renault, Luca de Meo, tampoco ha querido dar pistas sobre la valoración que espera tener. “Es el mercado el que lo marca”, ha señalado el directivo italiano en una rueda de prensa conjunta celebrada en Londres, en la que apenas ha destacado que su obligación es la de crear un proyecto suficientemente “fuerte” y atractivo” para los potenciales accionistas. “Nadie obliga a invertir [en Ampere] a Nissan o Mitsubishi”, ha afirmado.
Y esa nueva filial también puede jugar un papel esencial en el futuro de la alianza, que lleva dos años negociando a tres bandas para intentar salvar un proyecto que puso en pie Carlos Ghosn y que estaba en duda desde el escándalo que le llevó hasta su detención y su fuga a Líbano. Hace una semana ambas compañías anunciaron su deseo de mantenerla, aunque con cambios relevantes en el cruce de participaciones accionariales, sobre todo por parte de Renault. El grupo del rombo, que actualmente tiene el 43,4% de las acciones de Nissan, irá vendiendo ese capital hasta dejarlo en un 15% si las condiciones del mercado son favorables y con capacidad de tanteo por parte de Nissan. Pero hasta que no lo haga, cederá ese 28,4% a un fideicomiso francés, de forma que reduzca sus derechos políticos (de voto) en el consejo de administración hasta el mismo 15% del capital que tiene Nissan en Renault. La marca francesa podrá nombrar a dos miembros del consejo de administración de su socio.
Como De Meo, el primer ejecutivo de Nissan, Makoto Uchida, ha defendido que el reequilibrio en las participaciones accionariales no son el centro de la operación, sino alcanzar “un siguiente nivel de transformación” en el conjunto de la alianza. La vigencia de ese nuevo acuerdo se estrenará el próximo 31 de marzo “por un periodo inicial de 15 años”.
El acuerdo también permitirá volver a fabricar 20 años después el primer vehículo Renault en México, que se ensamblará en una factoría de la marca japonesa. Asimismo, comercializarán de forma conjunta dos vehículos eléctricos del segmento A, el de mayores dimensiones.
En cuanto a la estrategia en India, ambas enseñas colaborarán en diferentes proyectos de vehículos nuevos, incluyendo dos todocaminos, para las dos marcas y un coche pequeño Nissan derivado del Renault Triber. También se estudia la opción de coches eléctricos conjuntos del segmento A.