Todos podemos tener un mal día en el trabajo con nuestro jefe, pero lo que le ocurrió a este empleado de una tienda de recambios en Estados Unidos supera la imaginación. Esta persona tuvo que contar 91.500 monedas bañadas en aceite. Así le pagó la cantidad correspondiente a su última nómina, tras abandonar su puesto de trabajo.
Esta persona tuvo que contar 91.500 monedas bañadas en aceite de su exjefe
Un día, Walker se presentó en casa de Flaten con una carretilla llena de monedas de un penique, en total, 91.500 que, además, estaban bañadas en aceite de motor. Debajo de todo ese montón de monedad, había un talón con un insulto y, por no fuera suficiente humillación, llenó la página web del negocio de injurias y descalificaciones hacia Flaten. El problema, además de contar las 91.500 monedas bañadas en aceite, era que un penique tiene tan poco valor que los bancos no lo aceptan.
Lógicamente, ante esta situación, el trabajador denunció a su exjefe. El Departamento de Trabajo de Estados Unidos estudió el caso y descubrió que Walker tenía un trato vejatorio con sus empleados y pagaba las horas extras como horas normales de trabajo, no sólo Flaten sino también con otros. Un año después, Miles Walker fue condenado a una sanción importante por violar las leyes laborales.
Al final, el juez le obligó a pagar 39.934 dólares en salarios atrasados y una cantidad similar en concepto de daños y perjuicios a nueve trabajadores. En total, casi 80.000 dólares (más de 75.200 euros). Cabe preguntarse también de dónde sacó el hombre 91.500 monedas de un penique.