- La historia
- La historia de un caballero
- “Acto de Dios”
- Condesa italiana
- Consumo de alcohol
- Teoría
- Charles Dickens
- Crítica
- Mary Reeser
- Atención de los medios de comunicación
- FBI
- Jack Angel
- Superviviente
- ¿Rechazado?
- Michael Faherty
- Caso moderno confirmado
- Hechos
- ¿Cómo se redujeron a ceniza los cuerpos?
- Definiciones
- Explotación
- Efecto antimecha
- Libre de grasa
- Cerdo
- ¿Cetosis?
- Acetona
- Bola de fuego
- Síndrome de Stevens-Johnson
La combustión humana espontánea hace referencia al hecho de que el cuerpo estalle en llamas sin ninguna fuente de ignición externa. Algunas personas parecen haberla sufrido a lo largo de la historia sin influencia aparente del entorno. ¿Se trata de una superstición o de una realidad? ¡Haz clic para seguir leyendo y sacar tus propias conclusiones!
La historia
La primera combustión humana espontánea de la que se tiene constancia ocurrió en 1470. Según los registros que se conservan, un caballero italiano llamado Polonus Vorstius estalló en llamas de repente.
La historia de un caballero
Aun así, el suceso no se documentó oficialmente hasta que el médico danés Thomas Bartholin lo incluyó en su libro Historiarum Anatomicarum Rariorum casi 200 años después de que ocurriese.
“Acto de Dios”
En 1725, un hombre fue acusado de asesinar a su mujer, Nicole Millet. No obstante, lo absolvieron después de las declaraciones del cirujano. El tribunal llegó a la conclusión de que el incidente se debió a una combustión humana espontánea y lo consideró un acto de intervención divina.
Condesa italiana
En 1731, una condesa italiana fue considerada víctima de una combustión humana espontánea. Tiempo después se documentaron otros casos similares, como uno protagonizado por un hombre inglés en 1744.
Consumo de alcohol
El factor común a todos los casos fue el consumo de alcohol, lo que hizo que la comunidad científica indagase en el asunto.
Teoría
Charles Dickens
Casa desolada, de Charles Dickens, menciona una combustión humana espontánea, lo que reafirmó la creencia del público del siglo XIX en este fenómeno.
Crítica
George Lewes, un filósofo y crítico literario, expresó su desagrado hacia la novela de Dickens en un periódico, argumentando que lo de la combustión espontánea era científicamente imposible.
Mary Reeser
Según consta, Mary Reeser, una viuda de 67 años, murió en 1951 tras sufrir una combustión humana espontánea en su apartamento de Florida.
Atención de los medios de comunicación
El caso atrajo la atención mediática debido a la falta de pruebas, lo que generaba un halo de misterio en torno al suceso.
FBI
El FBI solo descubrió que la muerte de Mary Reeser no había estado provocada por una combustión humana espontánea años después.
Jack Angel
En 1974, Jack Angel, un vendedor ambulante, dijo haber sufrido una combustión espontánea.
Superviviente
¿Rechazado?
Joe Nickell, un escéptico investigador de lo paranormal, escribió en su libro Real-Life X-Files: Investigating the Paranormal que Angel en realidad se había quemado con agua hirviendo.
Michael Faherty
En 2010, un hombre de 76 años llamado Michael Faherty murió trágicamente en un incendio en su domicilio de Galway, Irlanda. El accidente presentaba varias similitudes con los otros supuestos casos de combustión humana espontánea documentados hasta entonces.
Caso moderno confirmado
El doctor Ciaran McLoughlin determinó que la causa de la muerte de Michael Faherty había sido una combustión humana espontánea.
Hechos
Para cremar un cuerpo humano, es necesario alcanzar una temperatura de entre 760 y 982°C.
¿Cómo se redujeron a ceniza los cuerpos?
Cuando se da una combustión humana espontánea, el cuerpo queda reducido a cenizas a excepción de las manos y los pies, que suelen quedar intactos.
Definiciones
¿Cómo se explica una combustión humana espontánea si el fenómeno no suele afectar a lo que hay alrededor?
Explotación
Efecto antimecha
La teoría propone que el cuerpo puede consumir su propia grasa hasta el punto de la incineración total.
Libre de grasa
Esto explicaría por qué los cuerpos que se incineran durante un largo periodo de tiempo aún conservan las manos y los pies, ya que estas zonas casi no contienen grasa. El efecto mecha sostiene que cualquier fuente de calor, por muy mínima que sea, puede penetrar en la piel y dar pie a una combustión (p. ej. la ceniza de un cigarrillo).
Cerdo
El doctor John de Haan del Instituto de Criminalística de California quiso poner a prueba la veracidad del efecto mecha y llevó a cabo experimentos con piel de cerdo, ya que es muy similar al tejido humano en lo que al nivel de grasa se refiere.
¿Cetosis?
El investigador Brian J. Ford propuso una teoría alternativa que decía que el aumento de los niveles de acetona durante la cetosis podía ser el causante de la combustión humana espontánea.
Acetona
El cuerpo usa grasa (cetona) como combustible ante la falta de glucosa, lo que resulta en la producción de una acetona altamente inflamable.
Bola de fuego
Otra hipótesis sugiere que los rayos globulares podrían ser los responsables de que los humanos estallasen en llamas. Se trata de un suceso desconcertante que implica la existencia de esferas flotantes luminiscentes. Hay quienes dicen haberlas visto cerca de las zonas de tormenta.
Síndrome de Stevens-Johnson
El síndrome de Stevens-Johnson es una reacción alérgica poco común que puede provocar ampollas y quemaduras. Por lo tanto, se ha sugerido como una posible explicación a la combustión humana espontánea, si bien no hace que las personas estallen en llamas.
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