La adolescente Rocío Quagliarello en la audiencia.
La declaración de Héctor Mensi, quien refirió ser camionero hace más de once años, comenzó pasadas las 15 en la tercera audiencia del juicio por jurados que tiene como imputados al excapitán de la policía bonaerense Rubén Alberto García y a los oficiales Leandro Ecilape, Mariano Ibáñez y Manuel Monreal.
Los cuatro agentes llegan al debate detenidos como coautores de los homicidios de Danilo Sansone (13), Gonzalo Domínguez (14), Camila López (13) y Aníbal Suárez (22), y la tentativa de homicidio de Rocío Quagliarello (actualmente de 17 años).
“Precisamente fueron tres estruendos y el silbido de una bala. Se levantó mucha tierra alrededor del camión después del choque. Estaba dormido. Cuando corro la cortina veo un cuerpo al lado, entre toda la tierra”, contó el camionero con gestos de visible nerviosismo. Siguiendo con su relato, Mensi indicó que después del impacto vio que dos móviles se detuvieron junto al Fiat 147 que se había incrustado en el acoplado de su rodado, aunque admitió no haber reconocido el modelo del auto ya que estaba “destrozado”. “En esa situación escuché a alguien gritar ‘quédate quieto, quédate quieto’ y dos disparos más. Me bajé del camión y me fui hacia la trompa para refugiarme. Pude ver que había un cuerpo atrás de la tracción del camión. Escuchaba los gritos de una chica pidiendo auxilio”, agregó el chofer ante la presencia de Yanina Zarzoso, mamá de Camila López, quien rompió en llanto mientras oía su relato.
“En la comisaría me tomaron declaraciones. Estuve ahí hasta las 3 o 4 de la tarde. Cuando volví al camión, ya habían levantado todo. Cuando declaré, me decían que lo que yo había escuchado eran contraexplosiones de motos y que no habían sido disparos”, manifestó.
“Los perros están enloquecidos. Deben haber matado a dos o tres. Si podés manda una patrulla que dé una vuelta”, le envió Gogna a su marido Víctor Bearzotti la madrugada del 20 de mayo del 2019, y dicho contenido del mensaje fue ratificado por ambos. Después dijo que llegaron dos vehículos policiales “sin ninguna luz, ni afuera ni adentro”, situación que le pareció sospechosa. Y más tarde llegó un patrullero que llevaba las luces reglamentarias.
Otros tres vecinos coincidieron en que habían escuchado la misma cantidad de disparos. Uno de ellos, el albañil Héctor Garcete, sostuvo que a la mañana siguiente encontró frente a su casa cuatro casquillos. “Fui levantando los casquillos y los puse en una bolsita. Tenemos un amigo en común con la mamá de Danilo Sansone y le mandé un mensaje. Se los entregué a ellos y ellos a fiscalía”, sostuvo el testigo.
La Masacre de Monte tuvo lugar en mayo de 2020 cuando el Fiat 147 en el que viajaban las víctimas tratando de escapar de los disparos injustificados, se incrustó contra el acoplado de un camión estacionado. Ocurrió mientras las policías de todo el país eran alentadas a disparar por la espalda para evitar una fuga, de acuerdo a la doctrina Chocobar promovida por la entonces ministra de Seguridad Patricia Bullrich.